Capítulo 8

305 49 0
                                    



Después de que acostáramos a Mimi, invité a Lay a la sala, para charlar más tranquilos. Kris se acomodó a mi lado mientras revisaba su celular, queriendo estar de mi lado y ala vez, según él, darnos privacidad.

— Listo, ya acosté a mi pequeña, puedes decirme lo que te preocupa Lay, agradezco que confíes en mi.

Su amigo no sabía cómo ni por dónde empezar, se notaba en su rostro, estaba tan nervioso y a la vez triste. ¿Cómo lo tomaría Do? ¿Obtendría su ayuda? — Tengo ocho semanas de embarazo y aún no se lo dije a Suho.

Kyungsoo estaba muy sorprendido, Suho siempre era cuidadoso o al menos esos decía Yixing. De todas formas le preguntó porqué aún lo mantenía en secreto, ellos parecían llevarse súper — ¿Por qué no se lo dijiste?

— Es Kim Junmyeon, su familia es muy conservadora y la mía una pobre, somos tan diferentes, ellos jamás permitirían que me interponga en su camino, además, temo cómo reaccione.

— Ay mi Yixing... No tenía idea de cómo era una barrera su familia, ¿Pero sabes algo? El silencio nunca es una opción, te aconsejo que sí se lo digas, merece saberlo, además sentirás menos presión si lo sabe. Yo te apoyaré pase lo que pase.

— Gracias Soo, entonces ¿Debo ir a casa?

— Sí, ve a casa, toma una ducha, come algo y ve una película, nadie sabrá tu secreto ¿Alguien vendrá por ti? No deberías regresar solo.

— Me encontraré con mi mamá. Bueno, los dejaré descansar. —Dijo refiriéndose también a Kris, quien por respeto seguía en sus asuntos, aún así le sonrío a manera de despedida.

El joven de hoyuelos marcados se levantó para despedirse de sus amigos, pero antes de marcharse, Kyung preguntó lo que se cuestionaba desde hace un rato— ¿Cómo sabes que vivo aquí?

— Tu madre me lo contó.


Al cabo de las veinte semanas, Soo parecía experimentar al extremo los cambios de humor, un segundo podría ser el embarazado más feliz y al próximo, el más triste. El extremo de ambos lograban agotarlo mentalmente.

Pero aquel día en específico, no dejaba de brincar por toda la casa, Kris le había preparado galletas de chocolate y su mejor amigo había pasado para visitarlos, se sentía de lo mejor.

La curiosidad del pequeño de ojos brillantes hacía que se preguntara, cada que venía su amigo, "¿Dónde estaba Junmyeon?" Porque a decir verdad, desde que le confesó su embarazo en ningún momento lo vio acompañado de Kim, se suponía que ya debía saberlo y que no debía dejarlo solo.

— Papi — Llamó su hija, regresándolo a la realidad de sus pensamientos. — Lay se comió la última galleta. — Señaló su hija con tristeza, reteniendo pequeñas lágrimas.

— Ohh... Lo lamento pequeña, de seguro él no tenía ni idea de que tú también la querías, te parece si te compro otras galletas, unas de vainilla, ¿Te parece princesa?

— ¡Sí!

— Solucionado amor, espero que te sientas mejor. — Mimi sonrió al instante.

— Cariño, ¿Por qué no me traes las llaves del auto? Iremos a comprar algo de ropa, para renovar tu armario. — La pequeña niña corrió en busca del recado de su padre, desapareciendo de su visón, segundos después Kris se le acercó y le preguntó si enserio irían de compras, pues su hija ya se lo había comentado

— Pero por supuesto, Kevin. Ahora que lo pienso, recién me acostumbro a su estilo de vida ¿Cada cuánto le compras ropa?

— Usualmente vamos todos los fines de semana a realizar compas para el hogar, pero sí, en teoría también compramos ropa.

Forever; krisoo [𝗲𝗻 𝗲𝗱𝗶𝗰𝗶𝗼𝗻]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora