Capítulo 11

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La mirada cansada y vacía era el principal protagonista; ambos pares oculares estaban envueltos en un tul rojo, decorado con vasculares del mismo tono. Las ojeras duermen en su rostro, como si fueran sueños tatuados, oscuras como la noche; el cabello despeinado, la ropa desarreglada y el olor tan fuerte a alcohol, lo acompañan. 

En un intento por asociarlo a la realidad, Kyungsoo se abrió paso entre el cuerpo de Sehun y su esperanza. La mirada que emitía le preocupaba por sobre todo lo que le había echo pasar esas últimas semanas. 

— ¿Kris? — No estaba seguro si podría hacerlo volver en si, pero con tan solo llamarlo por su nombre, podría obtener algo. Si no fuera porque estaba demasiado ebrio.

"La modelo" según Lay, quien ya la había visto algunas veces, tenía todas las facciones de cansada e irritada, además de un maquillaje corrido y desaliñado. 

— Kris, entra. — Mencionó la intrusa, para después empujar al chino contra Sehun, como si fuera un saco, así sin más, para después entrar seguida de él. 

La mujer se encontraba casi rozándole el hombro a Oh, desde luego ella lo vio como una oportunidad más de aprovechar su carisma y excelente confianza sobre sí misma, para hablarle de lo más confiada. 

— Si quieres mi número pídeselo a Kris. Estoy disponible de viernes a domingos hasta el mediodía.

Sehun no se dejó intimidar, quitando lentamente la palma que había alojado sobre su hombro. — ¿Vaya y qué tipo de servicio haces, como para atender los fines de semana? Sea lo que ofrezcas, no estoy interesado. Soy gay.

La china sonrió entre avergonzada y victoriosa, pero disimuló tal emoción al balancear su cabellera rubia de un hombro a otro; tosió para aclarar su garganta y prosiguió con la frente en alto — Lástima, eres muy atractivo.

— Al parecer las mujeres también tienen sensibilidad femenina. —Incitó Sehun.

— Estaré ebria, pero sé que no debo ser femenina par ser mujer. Ya qué, yo me voy. Se los dejo. — Por "dejar" se refería a su acompañante en un pésimo estado. Así sin más, ella acomodó su bolso y regresó hacia la entrada con pasos apresurados.

Sehun no tuvo otra opción que llevar a Kris sobre su espalda y recostarlo en la sala, en lo que ideaba la estrategia de cargarlo, puesto que era alto y pesaba ligeramente más. Por el momento lo dejó sin delicadeza alguna sobre un sofá, mientras lo miraba con desprecio. 

— Sé lo que piensas demi , Sihun. — Trataba de explicar el chino.

— ¡Veo a un patán comportándose como idiota delante de su hija! ¡Me repugna! — Exclamó con coraje Sehun, ignorando la idea de darle una paliza. Si había algo que no toleraba Oh Sehun, era estos comportamientos frente niñas y niños.

— No siempre fue así.

Entre charlas, el ebrio fue gritando, escalera arriba, cosas sin sentido y otras con un poco de coherencia. 

— ¿Qué hacee, elaaa quí?

¿No había por qué responderle o si? Después de todo estaba fuera de sus cabales y no puedes hacer entrar en razón con personas ebrias, mucho menos tratar de entablar una conversación. Lo ignoré y fui a verificar si mi hija se encontraba en buen estado, con su amigo cuidando de ella, volvió al primer piso para verificar si Sehun ya había logrado instalar a Kris en una de las habitaciones.

— ¿Lograste hacer que durmiera?

— Solo lo recosté, él hizo el resto.

— Creí que lo vigilarías, por si hace alguna tontería.

Forever; krisoo [𝗲𝗻 𝗲𝗱𝗶𝗰𝗶𝗼𝗻]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora