Era otra mañana en la bella París, la ciudad del amor. O eso decían muchas personas.7:30 y una joven azabache se levantaba de su cómoda cama mientras que veía la hora, sus ojos se abrieron de para en para al ver que llegaba tarde a su trabajo, se dirigió rápidamente a su baño y en 15 minutos ya estaba vestida con unos jeans que se ajustaban a sus piernas y cintura, una camiseta color blanca con lagunas partes rosadas y unos zapatos negros, pero algo le faltaba.
Busco rápidamente por toda su habitación pero no encontró su chaqueta negra que combinaba con su conjunto, entonces recordó la pijamada que tuvieron su amiga y ella que se extendió a tres días sin parar de ver películas románticas, animes de diferentes tipos y hacer postres que devoraban después.
Entonces la chica de ojos azules tomó su teléfono y le marcó a su mejor amiga, esperando que no estuviera ya en su trabajo.
Vaya... -un bostezo se escuchó en la línea- Mira quién se digna a despertarme a esta hora... -dijo la morena sonando algo cansada y molesta con su amiga-.
De qué hablas Alya? -dijo la chica confundida- qué acaso no tienes trabajo hoy? -una risa tomó por sorpresa a la azabache la cual alejó su teléfono- qué es tan gracioso? -la chica se sentía aún más confundida-.
Marinette... -su amiga la nombró como pudo tratando de evitar reírse- otra vez olvidaste ver el día en tu despertador? -preguntó la castaña, aunque se escuchaba más como una afirmación.
Pero claro que... -la chica pensaba corregir a su amiga, pero fijo su miraba en el despertador y efectivamente era sábado y no viernes- si... -contestó desanimada por ser tan despistada-.
No te preocupes, no es la primera que te pasa y no será la última tampoco -la oji-miel trataba de no reír- pero al menos cuando pasa me alegras las mañanas y empiezo el día bien.
Ja ja... muy graciosa -dijo la de coletas con un tono sarcástico, pero luego reaccionó- oye Alya te llamaba porque no encuentro mi chaqueta y quería saber si no la deje en tu casa -la chica sonaba apenada lo que hizo que su amiga soltara un suspiro pero luego una pequeña risita-.
Voy a revisar, pero no me hago responsable de que este sucia, rasgada o que sea la nueva manta de Manchas -la oji-azul comenzó a reír ante lo que dijo la morena-.
No temas, no serás la responsable de que algo le pase a mí más preciada chaqueta, si esta sucia se puede lavar, si esta rasgada la puedo arreglar y si es la nueva manta de tu gatita tendré que crear una nueva -ambas chicas rieron y se despidieron-.
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Un chico rubio trataba de levantarse de otra cama sin hacer ruido, aunque le era fácil no meterse en problemas con esas modelos siendo Adrien ya que siempre usaba su antifaz y ninguna persona sabía que él era el chico enmascarado, excepto su mejor amigo Nino y su asistente personal a quien veía como un hermano.
El joven se preparaba para salir cuando escucho unos pasos, decidió apresurarse y salió corriendo del apartamento, lo único que pudo oír al llegar a la entrada del edificio fue otra chica gritando "IDIOTA" con todas sus fuerzas, él no pudo evitar reír ya que era la séptima vez que escuchaba eso.
Ese chico que era un ángel sin su máscara, se convertía en un demonio cuando se la ponía y su especialidad eran las chicas que buscaban al chico que por muchos era considerado el más guapo de París, era demasiado sencillo para él hacer que las chicas cayeran a sus pies, aunque no lo hacía con todas, solo con las que eran malas con otros, no había nada mejor que hacerles probar a esas chicas una cucharada de su propia medicina.
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Amor entre rivalidades
FanficÉl quiere trabajar al lado de la chica con antifaz que lo ha tenido enamorado por mucho tiempo. Ella quiere alejarse del chico gatuno que ve como otro mujeriego más. Pero una noche, una conversación entre ellos desata una rivalidad entre sus compañí...