Capítulo 6:

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"Incidente en la cena"

Desbordaba de la perturbación, mi primera reacción fue intentar golpear al momento en que echaba algo de groserías, muy poco habitual en mí. Intenté apartar al tal Kanato que parecía un loco sádico cuando carcajeaba maquiavélico. El miedo pasó a segundo plano y bajo a la enorme impresión que provocaba lo que hace unos minutos atrás creía que tan solo eran puras mitologías del hombre. Empujé, dí pataleos, gruñía e imploraba una y otra vez, pero aún así, sus fuerzas combinadas era mucho para mí.

—Que boquita tan sucia tienes gatito ~nfu—Dijo el tal Raito, Laito o como sea que se llame.

—Sería un nuevo muñeco, jugarías con Teddy y conmigo ¿Verdad?

—¡Basta los dos!—interfirió Reiji el cuál agradecí internamente.

—Solo jugábamos— Justificó el de sombrero riendo mientras se apartaba de mi y el de cabellos lilas también lo imitó, a regañadientes.

—Esa persona dijo que no deben hacerles algo, ¿Ya lo olvidaron?—Esas palabras de alguna forma me aliviaron.

—Su sangre parece tener un delicioso sabor como el de Bitch-Chan—No hay duda de mi teoría, son ciertas, son Vampiros, pero, ¿Que quiso decir con "Bitch-Chan"? Por lo que sé la palabra "Bitch" en inglés significa "Perra", quedé confundido.

Noté que su mirada buscó a la chica Yui y comprendí, ¿Por que la trata como si ella fuera un animal? Bueno no es la primera vez que alguien del género masculino se dirige así a una muchacha, realmente no entiendo el concepto a que conlleva a esa expresión, solo sé que es una manera muy despectiva al hacerlo.

—¡Dejen de hacer ruido!—Bufó el rubio.

Inspeccioné las expresiones de los que aún no me "atacaron", el tal Subaru me miraba de una manera fija y gélida, Ayato impacible y Shu, bueno él durmiendo, dándole lo mismo a su alrededor, Reiji parecía desaprobarme de algo que ni siquiera hice o no lo entiendo. Me inquieta un poco, siete miradas sobre mi realmente me tortura de la incomodidad, como si fuera poco, me llevé el susto de mi vida y para colmo esos dos ni siquiera se dignaron en pedirme disculpas por su actitud tan impulsiva.

—Bien, ya que vivirás aquí lo mejor será que te instales—Me habló Reiji acomodándose las gafas—Subaru, muéstrale su habitación—Ordenó.

Lo escuché rechistar al tiempo que lo maldecía silenciosamente, se enfocó en mi e hizo una seña para que lo siga, tomé mi maleta y lo seguí. Subimos por las escaleras y llegamos a unos pasillos amplios. Paramos frente a una puerta y él la abrió.

—Aquí es, Reiji después te dará los horarios—Me avisó sin mirarme.

—C-claro, ¡Muchas Gracias!—Él solo asintió y se marchó y lo observé hasta que su silueta desapareció en la oscuridad de los pasillos. Me adentre a mi cuarto dando un largo suspiro, fue un día extraño. Levanté la cabeza y me topé con el interior de mi alcoba con un decoro neutral pero no menos hermosa. Dos ventanas y una cama para dos entre ellas, las sábanas blancas y amoblados perfectamente, brillantes y pulidos.

Cerca de la ventana había un mueble con varios cajones y una alfombra remarcada bajo aquella cama acogedora. Había una gavetera con espejo contra la pared la cual brillaba bajo la luz del día. Coloqué la valija en mi cama y empezé a desempacar, mis ropas planchada y dobladas las guardé en el armario y las camperas estendidas en la percha también en el interior de esta. Saqué la fotografía de Robert y Rita y las coloqué encima del velador sacándome una sonrisa con tan solo recordarlos.

El novio sacrificio (Diabolik Lovers)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora