Hinny. 5: Un nuevo Potter: Parte 3

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Harry estaba en una cabaña que encontró mientras buscaba refugio.
Una cabaña que ya conocía por fotos, claro, aunque se había olvidado donde era la ubicación exactamente, hacía mucho tiempo  habían planeado estar ahí con Ginny en unas vacaciones, aunque nunca pudieron ir. Al pensar en lo lejos que estaba, tenía miedo, sabía que Ginny no se quedaría de brazos cruzados, encontraría a su esposo, sabía que pase lo que pase ella intentaría estar con él, pero lo peor, era el miedo, miedo a volver y ver a su esposa sin vida atacada por el mortífago​ que escapó de sus manos. Trato de guardar la calma, necesitaba volver, pero también necesitaba saber dónde estaba, lo único que veía para saber su ubicación era ver la montaña cubierta de nieve por la cual había caminado por tantas horas. Y recordaba a Hermione diciendo que probablemente tendría un hijo con su esposa, su único fuerte por tantos años, Ginevra Molly Weasley. Al pensar en un futuro con niños a los que cuidar una sonrisa de lado se formó en su cara. No pensaba quedarse ahí. Decidió que por la madrugada saldría y trataría de llegar.

-Ginny, Harry está siendo buscado por todos los aurores que tenemos, te prometo que lo encontraremos - Hermione intentaba apoyar a su amiga, a la cuál fue a visitar por la mañana sabiendo que la encontraría encerrada llorando en la habitación. - Harry sabrá que hacer, te lo aseguro, el vendrá y volverá todo a la normalidad, hazlo por el bebé, Ginny, por favor para de llorar - La castaña se aferraba más fuerte al abrazo de la peliroja. -Mira - Hermione tomó la cara de Ginny y la miró a los ojos cristalizados por el llanto- Tu nunca lloras, ahora tampoco lo harás, eres fuerte y encontrarás a Harry, sé que no eres débil, eres más fuerte de lo que crees. - Ginny solo alcanzó a asentir con la cabeza y sonreír de lado, Hermione se levantó, busco una libreta y lapicera.
   -Está bien, Harry, se fue a Noruega ¿no? -Hermione anotó en su libreta- exactamente a Hamar, sur de Noruega.
  -¿Qué? ¿Hamar? Es donde yo y Harry planeabamos ir de vacaciones hace unos 5 años, en una cabaña que estaba en las montañas, ¡Hermione! ¿Te das cuenta? - La menor de los Weasley se encontraba sonriendo, había posibilidades de que encuentren a su esposo. -Harry puede estar en esa misma cabaña.
  -Si, Ginny, pero las probilidades que esté ahí, son pocas, además Harry puede estar en cualquier montaña, casa, bosque o lo que fuese. Es una buena pista, pero no creo que sirva ir ahí, ¿Te acuerdas exactamente como ir? - Ginny negó con la cabeza- Entonces Harry, tampoco creo que se acuerde.
    -Voy al baño - Dijo Ginny al punto de llanto, pero no se permitiría llorar, iba a ir a buscar a Harry, sin importarle que alguien quisiera detenerla. Se miró en el espejo antiguo, mientras se mojaba el rostro con agua. Tenía que idear un plan, y buscar a Harry, sin importarle que pasara. Y así lo hizo.

Ya eran las 5:47 de la mañana en la madriguera, el viento recorría por toda la habitación de Ginny, o así lo sentía ella, tal vez al no sentir el calor de todas las noches que podía dormir en paz, su cuerpo se congelaba, miles de colchas de lana podrían cubrir cualquier cama, pero el calor de la persona que amaba, es más fuerte que miles de colchas encima, o así pensaba ella.
Buscó dentro de su armario antiguo tratando de hacer el menos ruido al abrir una de las puertas viejas de madera arruinada, intentaba encontrar la ropa que más calor le diera para ir a su misión, encontrar a Harry. Preparó dos bolsos a los que con un simple movimiento de varita los encogió y metió en su mochila, por otro lado, llevó una carpa que la colocó como mochila en su espalda, estaba preparada, y decidida a encontrar a Harry, no podía pensar en la idea de ver al bebé que llevaba en ella, sin su padre.
   Apareció en un rincón oscuro del estacionamiento de un aeropuerto muggle, Ginny, gracias a Harry, sabía cómo manejarse en el mundo Muggle, conocía la mayoría de las cosas.
  Cuando ya eran las 6:40 am, después de tanto tiempo de hacer fila para comprar un boleto de avión a Noruega, consiguió su objetivo, en tan solo 20 minutos y 2 horas, partía hacía Hamar, a encontrar a Harry.
      
    Luego de horas largas en avión, Ginny se encontraba una oficina de turismo (mágica que también trataba con muggles) de la ciudad Hamar
   -Disculpe, necesito ayuda - La peliroja se encontraba cansada, no había dormido nada por la noche y tampoco en el viaje.
   -Si señorita, ¿Que le puedo ofrecer? - Un receptor se encontraba mirando a su computadora Muggle.
  -Una cabaña
El receptor sacó un mapa de su escritorio y dibujó círculos en ciertos lugares, todavía ni se había molestado en mirarle a la cara a Ginny.
  -Los círculos son todos las cabañas para alquilar, le aconsejo que vaya a estos dos - Señaló a dos círculos, mirando todavía a su computadora - Derecho a dos cuadras hay una estación de trenes.
  -No creo que me haga falta - Respondió enojada Ginny, sacando su varita del bolsillo - A menos que sea una estación mágica. - Por fin el receptor se fijó con quién estaba hablando, y se llevó una sorpresa.
-Disculpe, señora Potter, no me había dado cuenta de quién era usted
-¿Me conoces? -Ginny, se encontraba confundida
-Si, usted y su esposo son una leyenda, los conocen en todos lados. Si me permite, le puedo ayudar
-Solo dígame todas las cabañas que se encuentran en las montañas.
   El receptor le mostró todas, con un mapa. Ginny decidió pasar la noche en hotel Muggle, pensaba en lo preocupada que estaría La familia si no hubiera dejado una nota a su madre:
Mamá:
           Pasaré unos días  en casa, necesito estar sola.
                                  Ginny.

Y las lágrimas aparecieron de nuevo.

  
 
    
 
 

   

Hinny: Los 19 años de falta.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora