N/A: Aquí vuelvo con otro Blam... Esta historia está inspirada ligeramente en la serie Pulsaciones. En esta serie un personaje recibe un trasplante de corazón y comienza a tener recuerdos de la persona a la que pertenecía el corazón. La serie se centra en la investigación del asesinato del donante, pero en mi historia sólo me centraré en el hecho de que alguien que recibe ese trasplante pueda tener recuerdos de su donante. Recordar que esta historia es ficción, no quiero que nadie argumente que eso es imposible porque evidentemente sé que lo es.
Debo confesar que no he visto la serie aunque sí conozco el argumento. La veré cuando haya terminado y pueda ver todos los capítulos sin esperar una semana entre uno y otro XD.
También quiero disculparme por mis nulos conocimientos sobre medicina en general y de enfermedades del corazón y trasplantes en particular. Voy a intentar ser lo más coherente posible pero a la vez no daré demasiada información. A pesar de todo, he leído algo para estar informada.
Por cierto, tendréis que tener paciencia, al principio la historia será un poco lenta porque quiero situar a los personajes y que todo se establezca...
LATIDOS DE AMOR
CAPÍTULO 1: SAM EVANS
Sam tenía la familia perfecta, al menos para él. Se había casado con Quinn, su novia de instituto. Llevaban juntos desde los 15 años y eran muy felices. Ella era la capitana del equipo de animadoras y él el Quarterback del equipo de futbol. La pareja perfecta del McKinley High School. La pareja más cliché que podía existir. Habían sido coronados rey y reina del baile y habían perdido la virginidad esa noche.
Una vez se graduaron en el instituto, ella fue admitida en Yale mientras que él había sido rechazado en todas las universidades porque era demasiado idiota y había sacado unas notas pésimas.
Mientras ella estudiaba en la universidad, él empezaba a trabajar como camarero. No tenía ninguna aspiración porque no se creía capaz de hacer nada en su vida. Su pareja tampoco lo animaba y simplemente lo exhibía como una cara bonita y un cuerpo escultural que lo acompañaba en las fiestas, pero no hablaba demasiado.
Cuando ella acabó de estudiar, le ofrecieron un puesto maravilloso en Nueva York y, como era de esperar, los dos se mudaron. Ella se esforzaba en crecer en su carrera pasando muchas horas en la oficina y descuidando su relación. Sin embargo, Evans seguía a su lado, pensando que estaban hechos el uno para el otro y que tenía que esforzarse para que su relación durara.
Sin embargo, las cosas no salieron como esperaba y a los 25 años ella se quedó embarazada. Ellos no lo habían planeado porque esperaban que ella llegara a triunfar en su profesión antes de "interrumpir" su carrera por un embarazo. Por eso se apresuraron a contraer matrimonio, porque eran tan religiosos que no podían aceptar que su hija naciera fuera del sagrado sacramento.
Para su fortuna, su jefa fue muy comprensiva, tal vez porque ella había vivido algo similar en otra empresa. Por eso ella pudo dar a luz sin temor a que su puesto de trabajo se viera en peligro. Apenas estuvo de baja lo necesario para recuperarse y volver a trabajar intensamente para conseguir el éxito.
Por su parte, por el nacimiento de Jane, Sam decidió dejar de trabajar. Con lo que ganaba Quinn podían vivir sin problemas y así evitaban que la pequeña se criara con niñeras. Eran lo más parecido a una familia tradicional que podían. Era él el que ejercía de amo de casa y de padre a tiempo completo.
Cuando la niña comenzó la guardería, él decidió que buscaría un hobbie, algo que lo alejara de casa durante unas horas. Encontró un estudio donde un pintor, Carl Smith, daba clases para tener un ingreso fijo. Recordó lo que le gustaba el arte de adolescente y pensó que podría encontrar su vía de escape.
Su vida mejoró claramente gracias a esas clases. Hizo un par de amigos entre sus compañeros, Brittany y Mike. Los tres tenían más o menos la misma edad y estaban casados, además que el asiático tenía un hijo de la edad de Jane. Eso supuso el comienzo de una nueva vida para él, más social y feliz.
Cuando su hija tenía 3 años, Quinn volvió a quedarse embarazada, por lo que pronto aumentaron la familia. El pequeño Rick nació dos días después del cuarto cumpleaños de su hermana.
Como en el caso anterior, la madre se reincorporó a su trabajo tan pronto como su salud se lo permitió, dejándole el cuidado del bebé a su marido. Para su fortuna, Smith aceptó que siguiera acudiendo acompañado del bebé. Carl estaba encantado con su alumno e incluso le había propuesto que algunos de sus cuadros fueran expuestos en una galería junto a los suyos, algo que había emocionado a Sam.
Una mañana, Evans se levantó como siempre para tener todo listo para su familia. Lo primero que hizo fue ducharse y vestirse para, después, entrar a la habitación de Rick, donde el pequeño de apenas dos meses estaba ya despierto esperando a su papá.
Le cambió el pañal y lo llevó a la cocina para preparar su biberón. Cuando estuvo alimentado, lo dejó en la hamaca de bebé y empezó a preparar el desayuno mientras su esposa se duchaba. Zumo natural de naranja para los tres, un bol de yogur desnatado con fruta fresca partida y cereales para Quinn, unas tostadas con bacon y una manzana para él y Jane, leche para la niña y café para los dos adultos.
Fue a buscar a su hija, que desayunaría en pijama por si se manchaba. La pequeña estaba algo dormida mientras se sentaba en la mesa, pero empezó a comer lo que su padre le había preparado. La madre entró y besó la mejilla de su hija y de su marido antes de sentarse a desayunar.
Mientras Quinn se centraba en terminar rápido su comida para ir a trabajar, Sam estaba pendiente de que la pequeña se comiera todo y de ayudarla con la manzana partiéndosela en pequeños trozos.
La madre se despidió antes de marcharse y Sam recogió las cosas de la mesa para ir a vestir a sus dos hijos. Empezó por la niña y, en cuanto estuvo lista, la dejó viendo los dibujos mientras vestía a Rick. Por serte esa mañana sus hijos no le habían manchado y no tenía que cambiarse de ropa.
Metió a su hijo en el carrito y preparó el bolso con todo lo necesario para él. Buscó la mochila de Jane y la guardó junto al bolso y los tres salieron de casa. Era un paseo de diez minutos hasta el colegio, pero como su hija quería ir andando, siempre tardaban casi veinte. A pesar de todo, llegaron diez minutos antes y la niña se entretuvo jugando con algunos compañeros de clase mientras él hablaba con algunas madres y niñeras. Tenía suerte porque Rick se había quedado dormido por el movimiento y estaba tranquilo.
Esa mañana fue a clase de pintura y disfrutó de la compañía de sus amigos durante un rato antes de volver a casa para limpiar. Era él quien se ocupaba de las tareas de la casa mientras que su mujer trabajaba. Comió solo porque su esposa no llegaba hasta la noche.
Fue a buscar a Jane al colegio y la llevó al parque, donde estuvo hablando con una madre mientras sus hijos jugaban. Después volvieron a casa y empezó a preparar la cena para su mujer.
Miró el reloj para darse cuenta de que Quinn se retrasaba. Supuso que, como otras veces, se había entretenido en el trabajo. Decidió bañar a Jane y Rick y darles de cenar a pesar de que era algo que intentaban hacer juntos para que la madre pudiera pasar tiempo con ellos. Los acostó a los dos y le contó un cuento a la niña.
Como su esposa seguía sin llegar, decidió cenar él solo. No era la primera vez que ocurría, Quinn estaba tan centrada en su trabajo que a veces perdía la noción del tiempo.
El sonido de su teléfono móvil lo despertó de su ensimismamiento. Alguien le llamaba y supuso que era su esposa para decirle que ya salía. Sin embargo, al ver el teléfono, se dio cuenta de que era un número desconocido y se quedó extrañado.
–¿Diga?
–¿Es usted Sam Evans? –La persona que había llamado preguntó.
–Sí, soy yo...
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Latidos de Amor (Blam - boyxboy)
FanfictionBlaine necesita un trasplante de corazón mientras Sam está casado y tiene dos hijos. Un suceso cambiará la vida de ambos para siempre...