Monstruos lo rodean, lo acechan.
Esperando a que de sus sueños despierte,
listos para destruir las ideas que cosecha,
pero tiene un lápiz y un papel que lo protegen.
Lo acompañan a donde sea que vaya,
listos para plasmar nubes de todos los colores.
Enfrentan días de tormenta, y eso ya no lo sorprende,
está listo y concentrado para detener todos los relojes.
Llega a ese mundo de ideas difusas,
se pelean todas para ser escritas.
Finalmente logra encontrar la musa,
para expresarse sobre aquello que su mente grita.
Luego todo se opaca, se dispersan los colores,
y sabe que de ese mundo debe salir,
teme que lo ataquen sus miedos y temores,
y que con ellos para siempre deba vivir.
Finalmente regresa al planeta tierra,
y vuelve a poner en su lugar la consciencia.
Oye una voz que lo alegra:
"Hijo, es hora de la merienda".
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Punto de partida
PoetryEscribo lo que pienso, porque el papel es lo único que salva mis ideas del olvido. En este libro hay poesías y algún que otro microrrelato sobre la vida, sobre los problemas de este mundo, sobre lo lindo de lo cotidiano. Espero que les guste. ¡Gra...