De pronto, Harry para el coche y miro a dónde hemos venido a parar. Reconozco cada una de las puertas de metal pintado de rojo que adornan toda la fila de edificios, y no tardo en darme cuenta de que mi portal está frente de nosotros.
-¿Por qué nos traes a casa? ¿Tienes pensado violarme delante de tus padres o algo?
Se gira y me mira serio; no soy capaz de diferenciar ningún tipo de emoción en su rostro.
-Mira vecinita, no sé qué cojones se supone que debo hacer contigo, pero te aseguro que no es mi rollo andar pegando a la gente porque sí.
Me quedo callada sin saber qué decir. ¿No se suponía que "él se iba a encargar de mí hoy"?
-Si vamos a estar aquí toda la tarde sin hablar, me tengo que ir, lo siento -mi voz suena más bien como un susurro. Es lo que provoca el miedo en mí.
Cojo la manija del coche y tiro de ella tratando de abrir la puerta, pero tiene echado el seguro.
Mierda, ¿voy a estar aquí todo el día? ¿Qué me hará hoy madre cuando me vea entrar tarde por la puerta?-No puedes irte así. Me joderían el culo si se enteraran de que no te he hecho nada.
Se pasa una mano por sus perfectos rizos en señal de frustración y yo miro hacia mis zapatillas, haciéndome una bola en el asiento del coche. Nunca he sido una persona valiente; ante estas situaciones me bloqueo y no sé qué hacer.
Realmente temía lo peor, pero ahora que sé que no me hará nada demasiado fuerte, suspiro mentalmente y agacho aún más la cabeza en señal de derrota.-Quítate la sudadera.
Se me hiela la sangre. Me quedo aún más quieta en el sitio, siendo incapaz de mirarle.
-No... No puedo -tartamudeo cogiendo el dobladillo de la manga de mi sudadera entre mis dedos.
No puede descubrir mi secreto, él no.
-Bueno, pues apártate el pelo del cuello.
¿Qué va a hacerme? Le hago caso y me recojo el cabello en una coleta con la goma que llevo en la muñeca siempre. Mi cuerpo tiembla y él lo nota, lo sé por la cara que pone.
-Tranquila, solo voy a hacerte un chupetón. Si mañana te vieran sin ningún signo de violencia me mandarían a la mierda, y no lo voy a echar todo a perder por una gilipollez como esta.
Se acerca a mí y pone su mano en mi nuca, mientras que con la otra se apoya en el asiento para poder agacharse. Sus labios succionan la piel de mi cuello y, cuando los aparta, me miro en el espejo retrovisor. Una marca casi morada se vislumbra ahí donde él ha decidido dejarla y yo solo pienso en qué dirá mi madre cuando entre en casa con tan visible moratón y, evidentemente, tarde.
Escucho el sonido que me informa de que las puertas están abiertas.
"Por fin."
Justo cuando voy a cerrarla estando ya fuera del coche y con la mochila puesta, Harry dice mi nombre.-¿Pasa algo?
Se queda quieto y, cuando parece que no va a decir nada, responde. Un atisbo de mueca se deja entrever en su boca.
-Ten cuidado con Louis. No me importas una mierda, pero ándate con ojo.
Confusa, me doy la vuelta y cierro la puerta. Giro mi cabeza y veo que él también está saliendo. ¿Debería darle las gracias por no haberme hecho nada malo? Realmente este ha sido un rato muy confuso, y no sé qué conclusión sacar de nuestra charla y lo que acaba de pasar.
Tengo que hablar con Louis urgentemente, por esto y por haberle dejado solo antes; ¿de qué se conocen estos dos?
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Why Not? || H.S. ||
Romance-Qué pasa, ¿simplemente vas a dejarme para no dañar tu reputación? Él me miró como si estuviera loca mientras se levantaba de la silla rápidamente agitando los brazos, confundido. -¡Yo no he dicho eso! -¡Pues deberías! -dije entristecida. -¿...