Pasamos la tarde caminando por la ciudad, visitando reposterías, el centro comercial y viendo una película en el cine.
Cuando llegamos a casa, mamá estaba esperándonos con la mesa lista, así que nos sentamos a comer, la verdad tanto caminar nos había dejado hambrientos y como negarse ante la pasta de mi madre.
La cena pasó entre risas y uno que otro beso a Ignazio, comimos postres y luego nos dirigimos a la sala a ver una película.
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Luego de escoger que película miraríamos y de ir por unas palomitas, nos acurrucamos en el mueble, mientras lo tenia cerca de mi no pude evitar abrazarlo fuertemente como si estuviera diciéndole adiós... y la verdad es que si, dentro de pocas hora mi deseo terminaría y no podría verlo mas. Así que aproveche el tiempo a solas y comencé a preguntarle cosas que siempre había querido saber de él.
Le pregunte cual era su lugar favorito en el mundo, que profesión quería cuando era niño, preguntas al azar... hasta que le hice la pregunta que tanto había querido hacerle todo el día.
Ignazio... ¿alguna vez te has enamorado de una famosa? - Gire mi cara y observe su perfil mientras el pensaba un poco su respuesta.
Si, pero deje de comparar a todas las mujeres con ella y te encontré a ti, es lo que se debe hacer... dejar de comparar a todos con la famosa o famoso que te gusta, porque es algo injusto y sabes... siempre estas pensando en que conocerás a el famoso y que se enamorara de ti rápidamente y su amor será eterno, pero eso no siempre pasa, son pocas las personas o fans que tienen la suerte de que su ídolo se case con ellos, así que debes de dejar de rechazar a las personas que se interesan en ti solo por la idea de estar esperando la aparición de tu ídolo, es simplemente malgastar tu tiempo. ¿Sabes como supe que tú eras la indicada?
Negué con mi cabeza y espere que hablara nuevamente.
Supe que eras tu cuando vi ese brillo en tus ojos, ese brillo peculiar que me inspiro tantos sentimientos con solo verlo un momento, así es como todos deberían hacer... dejar de comparar y empezar a buscar esa persona con ese brillo especial que te haga sentir pleno, en paz, que te haga sentir como en casa, protegido y a gusto.
Sus palabras me dejaron impactada, tenía tanta razón en todo lo que decía, pero no pude evitar sentir tristeza ya que sabía que eso era exactamente lo que tendría que hacer cuando él se fuera, una lagrima rodó por mi mejilla y él la limpio con su dedo y luego deposito un beso en mi frente.
Lo siento, lo que acabas de decir me dio mucho sentimiento - Dije limpiando mas lagrimas que habían salido sin permiso.
No tienes que disculparte por ser tan sentimental, es una de las cosas que mas amo de ti - me acerco a su pecho y comenzó a acariciar mi pelo.
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Poco a poco fui cayendo en un sueño profundo, me sentía tan cómoda en sus brazos, que era inevitable no dormir como un bebe estando así.
El ruido del despertador me hizo despertarme y poco a poco abrí mis ojos, trate de buscarlo pero era imposible, el deseo había caducado, así que de mala gana me levante y camine hacia el baño para lavarme los dientes y tomar una dicha, veinte minutos mas tarde ya me encontraba poniéndome mi ropa y peinándome el cabello. Baje a la cocina y tome una manzana, el hambre se había ido así que una manzana era justo lo que necesitaba, mientras estaba sentada en el comedor viendo a la nada y comiendo la manzana, las palabras de Ignazio vinieron a mi mente y no pude evitar sonreír.
- Bien amore, haré justo lo que me dijiste, dejare de buscarte entre toda la gente y no comparare a nadie contigo, solo buscare esa mirada que me transmita sentimientos...
Me levante y salí con mas animo hacia la universidad, decidida en hacer justo lo que él había dicho.
Iba tan perdida en mis pensamientos que no me fije por donde iba y tope con alguien.
Lo siento, estaba distraída, ¿estas bien? - Dije mientras me ponía de pie y al levantar mi vista quede perpleja, él chico tenía unos ojos hermosos, una mirada que cautivaba y ese brillo en sus ojos, ese brillo que Ignazio había dicho que buscara...
