Hermandad.(Staxxby)

Capitulo 6

Capítulo 6:"Quemas".

Los años de fragilidad y aspereza ya habían pasado.Alejandro,un chico muy querido en el orfanato,un chico que estaba a horas de cumplir esos dieciocho años tan aterradores y tan esperados a la vez.Un número que conllevaba tantas adversidades y tantas cosas nuevas.

–Solo un año tendrás que aguantar.

Y ahí íbamos otra vez a lo mismo.Luis era menor que Alejandro,casi un año menor que él morocho,lo que implicaba tener esa conversación de "solo es un tiempo,nos veremos afuera".Esto ya lo había vivido muchas veces,cuatro veces para ser exactos.

–Está bien,Luis.

Poca importancia le daba al asunto¿Para que escuchar promesas vacías por quinta vez?Primero Frank,luego Rubius,después Mangel y Willy,y ahora Luis.Lo que ahora cambiaba era que Luis no lo abandonaba,no lo dejaba,esta vez Alejandro dejaba ese lugar que se había basado en aferrarse a personas para más tarde tener que soltarlas y quedarse con simples recuerdos.

El rubio suspiro y caminó por la habitación de Alejandro,analizando y canalizando su mal estar.

–¿Estas bien?

Alejandro expulsó todo su aire contenido y asintió,jugando con los bordes marinos de esa gorra que no había usado hace meses.

–Ya veo.

Se querían como nadie.Pero Luis sintió ese sentimiento frío de parte de su novio,ese sentimiento de cero importancia hacia su despedida.

Se detuvo en frente de Alejandro y lo miro desde arriba.

–No lo entiendo.Te encuentras bien,como si fuera que está mierda no te afectase¿Me quieres?Porque no lo parece¡Te vas!¡Te vas Alejandro!Yo te quiero y te extrañaré¡Y tú..!Estas callado..¡Joder Alejandro!

–¡No digas eso!-Alejandro se había puesto de pie tan rápido como los latidos de su corazón.-¿Has despedido a tantas personas importantes para ti?¡¿Lo has hecho?!¡Claro que no!-Dejó caer la gorra sobre su cama y se acercó unos pasos al cuerpo de Luis.-No los has hecho porque no has vivido casi toda tu corta vida en este lugar.

Los ojos de Luis se llenaron de lágrimas.

–Lo siento tanto..

Alejandro negó y sorbió por su nariz.

–Debemos terminar lo nuestro ahora mismo.

–Espera¿Qué?

–Me iré,no nos veremos después de un año y no es sano tener una relación sin siquiera vernos.

Las palabras se habían atascado en la garganta de Luis.

Alejandro observó a Luis por un segundo y algo le decía que no le abrace,que quemaba y dañaba su tacto,tomó su gorra,se la puso y salió de su propio cuarto,decidido,dolido y más que nada roto.

Cada paso contaba una historia nueva,un nuevo sendero que debía cruzar.Amor,penas,incertidumbre,tristeza,alegría,miles y miles de cosas.Solo que el primer casillero de este gran juego,llamada vida,era la tristeza y el miedo.
Su rincón favorito era el indicado para su pesadumbre.Hoy no llovía,sino que el sol irradiaba con tanto esmero que causó un peso extra en los hombros del chico.
Ese mini escondite había sido su preferido siempre y ahora sentía que  era el peor lugar que podía estar.Recuerdos y más recuerdos viejos y molestos le traía.Frank abrazándolo,Frank besándolo,Frank reconfortandolo,Frank enseñándole que sus brazos eran su hogar,Frank marcándolo..Llevo sus dedos a su cuello,esa marca le había traído tantas burlas y la mayoría de Rubius y Mangel,aquellos dos si que eran irritantes.
Se dio la vuelta sobre sí mismo y el espejo sucio de tierra y polvo deslumbró ante sus ojos.Debilucho..Luis tenía razón era un total debilicho,pero aún así él lo quería¿Qué es lo que había visto Luis en él?¿Y Frank?Quizá Frank solo era demasiado pequeño para sentir algo por él y solo la excitación y la revolución de hormonas lo llevaron a esos momentos alocados de besos y caricias.
Deslizó sus dedos del cuello y a su mente llegó la frase que le había dicho Rubius días después de que el chupon se haya puesto morado;"es gracioso como justo te hizo eso en el lunar que tienes".Ladeo su rostro y ojeo esa zona.El lunar lo hacía todo más difícil de olvidar.Ese lunar indicaba con exactitud y precisión la ubicación que Frank lo había marcado.Nada de lo que había hecho Frank con él lo hacía fácil de olvidar.
Se sacó su gorra y se sentó en el suelo,sin importarle si se ensuciaba el pantalón.