III

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Voy a borrarte ahora mismo, aunque no sé si pueda sostener esta promesa, a pesar de que el tiempo fluye y los días pasan, estoy en el mismo lugar, nada cambia.
2PM- back to square one

Se acercaba navidad y los alumnos internos habían organizado una pequeña posada compartida para nosotros.

Los maestros nos habían dicho que fueramos al comedor del edificio donde los internos dormían. Las ocasiones en que entrábamos a ese edificio eran muy pocas.

Cuando estuvimos ahí, unos amigos se sentaron junto a nosotras. Mis amigas comenzaron a hablar con ellos y yo me dedique a buscar a Jong con la mirada, pero no lo veía por ningún lado. En cambio, observe el escenario que habían elaborado «¿Qué irán a hacer?»

—¿Escuchaste ______?— me pregunto Sofía. Me gire a verla.

—Jong va a salir en la pastorela— siguió Naomi.

—¿Qué? ¿Es en serio? —pregunte sorprendida.

—Va a ser el ángel Gabriel— me dijo otro de los alumnos internos.

Al principio creí que era una broma, pero después él salió en el escenario y cada que él aparecía, media preparatoria se volteaba a verme, gracias a esas miradas yo me ponía un poco nerviosa.

Fuera de eso, la pastorela era muy cómica y todos reíamos por las tonterías que decía un pastorsillo.

Al final de la obra estaba hablando con Naomi y Sofía de lo lindo que se veía vestido como un ángel, ellas me hicieron comentarios que me hicieron reír.

Observe al ángel hablar y caminar junto a un maestro, se dirigían al pasillo y nosotras estábamos ahí. Sofía me empujo en el momento en que él pasaba detrás de mí mientras ambas me decían que le pidiera una foto.

—Oye, disculpa, ¿te tomarías una foto conmigo?— pregunte nerviosa. Espero que él no lo haya notado.

—Claro— respondió sonriendo.

Naomi tomo las fotos y el maestro también. Éste último me hizo sentir más nerviosa, ya que esas fotos a veces las subían a la página del instituto.

Jong después de unos segundos colocó su brazo alrededor de mis hombros provocando que un ligero cosquilleo recorriera mi estómago y el lugar donde él reposaba su brazo y mano.

Naomi asintió diciendo que ya las había tomado. Nos separamos y le agradecí. Él me sonrió y siguió caminando junto al maestro.

Me dirigí con mis amigas y Sofía me entrego el teléfono para ver las fotos, las cuales me encantaron. 

Literalmente saltaba de la emoción. 

—Robert, mira— dije mostrándole las fotos.

—Mira nada más— pronunció sonriéndome. 

La verdad nunca creí que tendría alguna foto con él.

******

En vacaciones muchos pensamientos cruzaban por mi cabeza, entre ellos lo que sería mejor hacer con todo esto de Jong, me sentía confundida respecto a él y lo que él pudiera pensar de mí. 

Sentía que esto no le hacía ningún bien a ninguno de los dos, él no podría ofrecerme nada y yo tampoco.

Y me convencí de olvidarlo.

En el primer día de clases todo cambio, ya no sentía la necesidad de buscarlo con la mirada y eso me hizo sentir feliz durante todo el día.

—¿Cómo se llama el que te gusta? El que salio de ángel en la pastorela— me pregunto una amiga cuando entro al salón al siguiente día.

—Jong— respondí extrañada. «¿Por qué me preguntaba esto?»

—Se fue— dijo con una mirada de pena. 

—¡¿Qué?! — exclamé sorprendida. Sentí como si me hubieran vaciado un balde de agua fría.

—Sí, me lo acaba de decir Alex—respondió con tristeza.

Salí del salón para buscar a Alex, pero no lo ví. Así que volví a entrar, mire a Leo hablando con una amiga suya y me acerque.

—Dime que Jong no se fue— le rogue. Él y su amiga me miraron. Leo me miró con pena.

—Él se fue, _____. Ayer se despidió— me dijo suavemente, pero de todas maneras sentí un dolor punzante.

Él se había ido.

Cuando me despedí de mis Sofía y Naomi, ellas me dieron un largo abrazo antes de irse. Se sentían mal por mí y confundidas porque tampoco esperaban que él se fuera.

Por mi parte regrese al instituto, conecte mis auriculares en el telefono y me los puse.

Sonaba la canción de Il Volo, si me falta tu mirada.

En la casa todo espera
que regreses y no llegas
Llamo y no escuchas
Nadie me escucha

El café me sabe a pena
Es tu ausencia que envenena.
Cae la lluvia, llora la lluvia

Me dejaste en la mitad
del camino a la felicidad
Y hoy

Tengo en pausa el corazón
abrazando nada, aferrado a nada
Tengo ciega la ilusión
Ya no hay mañana
No lo veo
Si me falta tu mirada

Me quede de pie en el pasillo donde lo mire a los ojos tantas veces. Mire los puntos donde él había estado de pie y casi pude ver su fantasma ahí, mirándome a los ojos y provocando esos nervios tan típicos en mí.

Cuantos vimos luna y viento
No perdimos ni un momento
sonreías, yo te creía
Pero en menos de un segundo
Se cayó al vacío el mundo
Tú me decías, que te marcharías

Seguí caminando pensando en cuantas veces yo había creído que él era feliz aquí. Y aún siento que él lo era, debió haber una razón muy fuerte como para que él tomará la decisión de marcharse.

Su sonrisa no era falsa, lo sé.

Y yo sabía que él se iría pero no estaba lista para que él se fuera ahora.

No lo estaba para nada.

Me dejaste en la mitad
Del camino a la felicidad
Y hoy

Tengo en pausa el corazón
Abrazando nada, aferrado a nada
Tengo ciega la ilusión
Ya no hay mañana
No lo veo
Si me falta tu mirada.

Tengo en pausa el corazón
Abrazando nada, aferrado a nada
Tengo ciega la ilusión
Ya no hay mañana
No lo veo
Si me falta tu mirada.

Corrí. Yo no quería aceptar que ya no lo volvería a ver y que estaba aferrándome a nada, a nada porque él y yo no fuimos nada.

Salí al patio y tropecé cayendome sobre el césped. Sentí mis mejillas húmedas y al llevar mis dedos a ellas comprobé que eran lágrimas, ni siquiera me había dado cuenta del momento en que las lágrimas salieron de mis ojos.

Me senté y observe el edificio donde estaban los alumnos internos. Él no estaba ahí, en ningún lugar.

Mi mirada se nublaba por las lágrimas acumulándose. Parpadee y éstas rodaron por mis mejillas. Cubrí mi rostro con ambas manos y llore tratando de contener mi dolor y de no sollozar tan fuerte.

Sentía como mis hombros subían y bajaban. Hubo una ráfaga de viento que me despeino. Mi garganta comenzó a doler a causa de que reprimía mis sollozos.

Luego sentí unos brazos rodear mis hombros y cuando dirigí mi mirada a ese lugar para saber de quién se trataba, lo ví a él.

—¿Jong? — pronuncie con la voz rota y temblorosa.

Él me sonrió y se desvaneció.

«No. ¿Por qué? Dios, ¡no!»

♡ Secret Love -JR y tu- ♡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora