♡ Secret Love -JR y tu- ♡

IV

El sol se esconde y vuelve a salir
El mundo da vueltas sin importar "qué"
Y si todo va mal
Cariño solo resiste
-Louis Tomlinson & Steve Aoki Just Hold On

El tiempo pasaba y mi corazón seguía afligido por su partida.

Sé que no debería extrañarlo tanto, porque nunca lo conocí tan bien, pero cada que lo miraba a los ojos sentía que lo conocía. Aunque suene ilógico. De hecho, a mi también me parece algo tonto, pero con él comprendí que las cursilerías de los libros, no sucedían solo en éstos.

Deseaba volver a verlo, aunque sea por última vez.

Era como si mi tristeza aumentara con cada día que pasaba. Sentía como si mi corazón hubiera sido estrujado y éste no dejaba de doler. 

En el fondo sabía que debía de olvidarlo e intentaba hacerlo, pero como si corriera, siempre llegaba al lugar que estaba lleno de sus recuerdos.

Ese día el maestro de física nos pidió medir varios lugares de la escuela, ya antes habiamos medido nuestros pasos, pies, estatura, etc.

Así que salimos para hacer el ejercicio. Estaba riendo y bromeando con mis amigas. Y me esforzaba por no preocuparlas, por no amargar nuestra felicidad con mi estado de ánimo.

Sofía y Naomi estaban midiendo algo en el momento en que yo lleve mi mirada a la izquierda, justo a un lado de coordinación.

Había un muchacho hablando con el director. Senti que mis fuerzas me abandonaban por unos segundos y mire hacia allá hasta asegurarme de que esa espalda, ese porte, de que esas características le pertenecían a Jong.

—¿Qué pasa? —preguntaron mis amigas al verme mirando hacia allá.

—Es Jong— les dije.

—¿Es en serio? —preguntaron sorprendidas.

—Sí —dije con una gran sonrisa.

Me sentía feliz de volver a verlo, pero no me atreví a ir junto a él en ningún momento.

En cambio, otros alumnos internos de mi clase sí se acercaron a saludarlo y Fernanda que era de su equipo, los acompaño.

Eso me hizo sentir molesta, porque sé lo coqueta que es ella, además de que ella es más linda y divertida. Jong era un chico lindo, y a puesto a que le gustan las chicas lindas, como ella.

El día en que me tome la foto con Jong, ella y sus amigas también se habían tomado una con él.

Y lo peor fue cuando publicó la foto en su facebook con la descripción "#OurCrush". A pesar de que yo le dije que estaba enamorada de Jong y le conte cada detalle de nuestras miradas y encuentros.

Confíe en ella, la defendí cuando decían algo acerca de cuando ella había hecho que se saliera un alumno interno, incluso la comprendí cuando me contaba algo acerca de eso.

Para ser sinsera, más que molestarme, me hizo sentir triste.

Finalmente, Jong se fue y yo no le dije nada en absoluto, aún cuando tenia tantas cosas que decirle y de imaginar mi encuentro con él tantas veces; fue como si en ese momento todo se borrará de mi cabeza, además no tenía el valor de acercarme. 

Me conformaba con la idea de que por lo menos lo había visto, y eso era lo que yo quería desde hace días.

—A veces me pregunto si realmente él llego a sentir lo que yo creía que sentía— le dije un día a Robert—, me refiero a Jong.

—Él me dijo que tú le parecías tierna— me respondió. Esboce una pequeña sonrisa. «¿Por qué últimamente le parezco tierna a todos?», pensé recordando los comentarios de algunas personas—. Pero con los regalos y todo, lo llegaste a empalagar.

—¿Es en serio?— pregunte sin creérmela. «¿Eso se puede? ¿Cómo es que empalagas a alguien?».

Creo que me dio más risa, que tristeza o algo así.

—Además dijo que eras muy pequeña para él— añadió.

—Pero me gana con 2 años— dije extrañada.

—¿Con dos años?—pregunto— ¿Cuántos años tienes?

—16— respondí.

—Te gana con 6 años, _____.

—Eso quiere decir que tiene 22— pronuncié sorprendida. Robert asintió mirándome—. Pero un compañero me había dicho que tenía 18.

—Pues te mintió, él tiene 22 años.

Nunca creí que me enamoraría de alguien tan grande, creí que mi máximo era 18 y eso porque me enamore de él. No era lo mismo que con los cantantes de los grupos musicales que me gustan, porque hasta cierto punto, Jong era alguien no tan imposible.

Después me comento que lo habían regañado por los regalos y ahí fue cuando me sentí realmente mal, lo había metido en problemas.

—¿Lo sigues viendo?— me anime a preguntarle a Robert.

—En ocasiones.

—¿Podrías decirle que me perdone por eso?

—Claro, aunque tal vez ya ni se acuerde.

Ese era otro aspecto que me hacía sentir mal. Yo estaba triste por su partida, extrañandolo más cada día, mientras que él probablemente ni siquiera se acuerde de mí, y quizás ya hasta tenga novia.

Tenía que hacerlo a un lado y seguir con mi vida. Pero en el fondo sabía que no quería hacerlo.

Pasaron semanas, meses y no podía enamorarme de alguien más, me sentía incapaz de hacerlo, porque seguía queriendolo a él y solo a él.

Y sé que este no es un final digno de una historia, pero a veces así es.

Este fue el que me toco, y eso nadie lo puede cambiar.

▶Fin◀