treinta y seis: final.

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—Me gustas Keyla.

Lo dije. Ya está. Que me mate o lo que quiera pero lo dije.

—Johan—dice ella con simpleza.

¿Solo Johan? ¿Eso es todo?

—Keyla—dice él porque no se le ocurre nada más.

—También me gustas—se queda un rato callada y él sabe que no ha terminado. Se queda callado y hace todo lo posible porque no se le escape una sonrisa. Finalmente, ella prosigue:—Me gustas pero no puedes jugar con esto. Mira, yo ya me resigné a vivir como la mejor amiga de la novia, la consejera del amor. Ya hasta compré mi vestido para ser tu dama de honor y la de Karen. Voy a ser la madrina de sus hijos, ¿es que no te acuerdas?

—Keyla, yo...

—Hasta tú lo dijiste una vez. Está bien Johan, no hay problema, yo entiendo que a ti te gusta Karen y...

—Key...

—Y que soy la más obvia del universo—continua—. Lamento todo esto. Te lo juro que no quería. No tienes que sentirte incómodo o sentirte obligado a esto. Yo estoy bien. Ahora, a Karen le gustan los lirios, si quie...

—Keyla, basta.

—Si quieres regalarle...

—Keyla, ya—la corta.—No estoy jugando. Voy en serio. Voy completamente en serio.

—¡Es que no es cierto, Johan!—exclama ella exagerada.

—¡Sí, es cierto Keyla!

—Que no.

—Que sí.

—Ya no juegues.

—No estoy jugando.

—No me mientas.

—No te estoy mintiendo.

—Te gusta mi mejor amiga.

—Me gustas tú—afirma él y ella rueda los ojos, aunque en el fondo, muy en el fondo quiere saltar de la alegría.

—Es que estás confundido—replica entonces.

—Creo que conozco mis propios sentimientos.

—Pues te equivocas.

—Ni siquiera le gusto a Karen.

—No. Le gusta Eduardo. Es una pena. Él sí es lindo. Y no le miente. La envidio.

—No la envidias—sonríe él seguro, vanidoso, Johan.—Porque te gusto yo.

—Es cierto—admite ella muy a su pesar.

—Y a mi me gustas tú.

—Que no.

—¡Pero que complicadas son ustedes las mujeres, por Dios! Te estoy diciendo que me gustas. Practiqué éste momento los últimos siete días de mi vida y conseguí el mayor número de cupones de comida china para hoy. Y hasta pensé en comprarte un enorme ramo de rosas pero supuse que no eres la clase de chica a la cual le gusten las rosas.

—No me gustan—comenta con una mueca.

—¿Lo ves? Te conozco Keyla—le sonríe y ella le devuelve la sonrisa a como puede.

—Entonces... sí te gusto.

—Sí me gustas.

—¿Sabes?—le pregunta ella a él.—Nos hubiéramos ahorrado mucho drama si yo te hubiese gustado primero.

—Es que a simple vista das un poco de miedo—admite él.—Además—agrega—no me habrías hecho caso.

—Existía esa posibilidad.

—Además eres un poquitín dramática.

—Y tú no sabes nada de cómo ligar con chicas. Nada de nada.

Él se hace el ofendido.

—¡Pero yo sí que se!

—Aja, se nota. Porque un experto en el amor va en busca de consejos amorosos con la única persona más ignorante en el tema que él.

—¿Quién?

—Yo.

—Eso es cierto—ella le lanza una servilleta hecha pelota en señal de molestia pero se le escapa una risilla.

—Voy a preferir mil veces a Karen sobre ti—declara ella.

—Eso ya lo sé. Uno de los motivos por los cuales me gustas es ese. Eres una buena amiga, Keyla.—Ella se pone como tomate pero continúa.

—Voy a preferir un millón de veces la comida china sobre ti.

—Ya lo sé.

—Es chiste.

—Ya lo sé.

—Pero te robaré esos cupones cuando te descuides. Ah, y no te pasaré las tareas de química.

—¿Y si lo negociamos?

—No.

—¡Vamos!—reclama el joven—. ¿Qué dices de esto? Dos cupones, una tarea. Es una buena oferta.

—No me convence—responde ella después de pensárselo.

—Tres cupones y un abrazo de Johan—remata entonces él.

—Mhm...

—Cuatro cupones. Un abrazo... Y un beso.

Ella se pone colorada.

—Tomaré eso como un sí—. Dice él y antes de que ella pueda corroborarlo el chico le roba un beso en la orilla izquierda de los labios.—¡Me debes una tarea!—exclama feliz mientras la abraza.

—Eh, que todavía me faltan mis cupones.—Se queja ella pero corresponde al abrazo y sonríe contentísima, pensando que abrazar a Johan se siente bien.

n/a: NOS FALTA EL EPÍOLOGOOOO. Espero que estos capítulos les gusten. En serio estoy tratando de hacerlo bien, es que cuando narro me dan los nervios. Pronto estarán publicados tanto el epílogo como los agradecimientos. Pasen una lindísima noche oreos. Les quiero mucho.💘

¿Keyla o Karen?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora