De a momentos no sabía contra quién estaba luchando, pero no dejaba de hacerlo. No podía, no debía.
La energía se le acumulaba, la ira lo llenaba por completo; no sabía de donde provenía tantas sensaciones oscuras y explosivas porque él no las generaba, por lo menos no voluntariamente, pero estaba seguro de que quería descargarlo todo sobre eso (que no lograba entender bien qué era) que lo controlaba hace ya varias horas y le hacía hacer cosas que solo haría en sus pesadillas.
Cuando sintió a esa mujer acecharlo a sus espaldas, todas sus intenciones se volcaron sobre ella. Porque de eso constaban las órdenes que le habían dado. Y así como si nada, todo lo que quería y todo lo que sabía cambió drásticamente. Ese ser que lo retenía en contra de su voluntad, que lo privaba del control de su propio cuerpo lo obligó a ponerse en acción y no parar hasta verla muerta.
Intentó resistirse, pero fue en vano. No tuvo más opción —ni fuerza para continuar— que ceder el control.
Recordó las últimas palabras que le dijo ese hombre que se hacía llamar el dios del engaño justo antes de que se encaminara a la misión que le había otorgado, en el helicarrier de SHIELD.
«Ah, y agente Barton, una cosa más... Cuando vea a la agente Romanoff, asegurate de que no salga viva de esta.»
Y eso hizo. Continuó caminando por los conductos como si no estuviera enterado de su presencia y con un movimiento rápido, repentino y ágil, se dio media vuelta al mismo tiempo que tomaba una flecha, la posicionaba en su arco y disparaba en la dirección de la pelirroja.
La esquivó, y ahí supo que tenía una larga pelea por delante.
Físicamente estaba cansado, pero en su mente se desenvolvían llamas de ira irracionales por la mujer que no bajaba la guardia en ningún momento a pesar de que también estaba agotada. Sabía que ella era mejor que él; se desplazaba con más agilidad y sus movimientos eran más calculadores y exactos, así que esperó a que cometiera un mínimo error, y cuando lo hizo, el arquero tomó ventaja. Se le hizo fácil, ella en verdad no quería herirlo.
Se alejó un paso hacia atrás, y le lanzó una flecha que terminó atravesándole el tobillo. Ella perdió estabilidad, el agente no dejó pasar esa oportunidad. La dio una patada a la altura de la boca del estómago y cuando ella se retorció de dolor, otra fue directo a su mandíbula.
La pelirroja cayó desorientada al suelo.
—C-Clint... —balbuceó. Y fue lo último que dijo.
Para el arquero de repente todo volvió a ser una laguna de confusión. No entendió porqué si podía terminar con su misión de una forma más rápida y piadosa para ella tan solo disparándole otra flecha, terminó arrojando su arco al suelo. Quizá era porque sabía que tenía ventaja, ella no se iba a levantar. O quizá para hacerlo sufrir, para atormentar al Clint que estaba encerrado en algún lugar lejano de su mente.
No lo pensó más, no le dio vueltas al asunto. Se posicionó sobre ella, con sus rodillas a cada costado de su cintura, y con el puño cerrado y con toda la fuerza que su cuerpo generaba, la golpeó en el rostro una y otra vez.
La golpeó hasta que sus nudillos sangraron, la goleó hasta que descargó toda su ira. La golpeó hasta dejarla sin aire. Hasta casi destrozar su cráneo. Y cuando su trabajo estaba terminado, se puso de pie, y se alejó unos pasos de ella.
Fue ahí cuando pasó; se sintió como un humo que se dispersaba de a poco, desaparecía de su mente y le devolvía el control. Volvía a ser él, ya no había ningún ente malvado en su cabeza. Se sentía exhausto.
Y fue ahí también que cuando observó lo que tenía delante de sus ojos, sintió el dolor más fuerte y profundo de su vida.
Cayó de rodillas al suelo porque no tenía fuerza para sostenerse, entre lágrimas miró lo que había hecho. Se arrastró hacia el cuerpo de Natasha y con sus manos, que estaban llenas de sangre de la pelirroja, la tomó y la sostuvo con fuerza contra su pecho.
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Nightmare
FanfictionClint Barton pasa noches difíciles, Natasha Romanoff lo ayuda a superarlo. |Oneshot| Itsamelon - Feb. 2017.