Un día en Versalles.

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Abrí mis ojos, me sentía cansado y me dolía mi cuerpo, como si me hubiera arrollado un carro, mire la habitación en la que me encontraba, era muy grande, con unos ventanales inmensos y muebles estilo Luis XVI, todo olía a perfume, tanto que llegaba a marear, en ese momento escuche pasos que se acercaban a la habitación...

Se abrió la puerta, era una mujer blanca de ojos azules con un vestido muy pomposo color rosa y una peluca blanca muy llamativa, traía en las manos un candelabro, al parecer de oro, con velas blancas y un decorado de delfines, ella abrió las cortinas dejando entrar la luz del día.

—Conde, el sastre ha traído su traje para la fiesta

—cual fiesta? De que habla, en donde estoy?— me sentía muy desorientado, esto era muy confuso para mi.

—muy gracioso señor, que no recuerda que hoy es cumpleaños de su majestad, la Reina María Antonieta ¡LA DELFINA DE FRANCIA!

Tiene que verse espléndido señor, recuerde...
Esto es VERSALLES.

La mujer salió de la habitación.

Me encontraba desorientado, después de un par de minutos deduje que me encontraba en Versalles (1787) llegue a esta conclusión ya que siempre he estado interesado en el tema de la revolución francesa y en especial, en María Antonieta.

Al parecer estaba en el cuerpo de un conde muy importante, como para que fuera invitado a la fiesta de la Delfina de Francia.

Lo ultimo que recuerdo es estar en una tienda de disfraces comprando un traje para una fiesta con temática de burgueses del siglo XVIII, recuerdo entrar al probador con un traje de burgués, cuando me estaba poniendo el pantalón resbale golpeándome la cabeza. Y eso es lo único que recuerdo.

Regreso la mujer que había entrado a despertarme pero ahora con un señor y dos mucamas que cargaban varías cajas color crema con unos listones rojos de decoración, el señor vestía todo de negro y tenia toda la cara sobre maquillada con polvos blancos y olía demasiado a loción, el señor puso las cajas en una mesa que estaba en el cuarto y retiro a las mucamas.

—Conde, él es el mejor sastre de Versalles, le trajo el traje que usará esta noche para la fiesta de su majestad la Reina.

El señor me saludo y seguido de eso salió la mujer, que por cierto no sabia su nombre, cerró la puerta y el señor me empezó a desnudar para medirme los trajes y zapatos, traía varios trajes y bastantes pares de zapatos, todos muy hermosos y llamativos, me dispuse por elegir unos zapatos color azul marino con pequeños moños muy detallados y un traje del mismo color igual con moños azules en un tono más claro, me veía "Esplendido".

Después de escoger mi ropa para la tan esperada fiesta, el sastre salió de la habitación y entró con unas pelucas muy grandes y lujosas, me dieron a escoger entre dos, la primera un poco mas sencilla que la otra, era blanca con el cabello rizado y largo, la segunda un poco más ostentosa, de color negro con cabello chino, muy esponjada y con moños azules.

Escogí la de color negro ya que era mas extravagante e ideal para usar en Versalles, el sastre se retiro y en seguida de eso entro la mujer de antes, la cual no sabia su nombre pero se lo preguntaría.

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