El Pasado en el Presente

¿Fue un Sueño?

Me encontraba recostado en mi sofá color rojo, estilo los años 50s, muy vintage, era mi favorito, me recosté ahí para poder analizar todo lo que estaba pasando por mi cabeza y tratar de explicar cómo había pasado tan extraordinario suceso, tantas preguntas pasaban por mi mente, con respecto a lo sucedido.

Cómo es que tenía las marcas que me había dejado María Antonieta en tan sorpresivo encuentro sexual, ¿fue posible que yo viajara en el tiempo?, todo tipo de hipótesis sobre lo sucedido pasaban por mis pensamientos, incluso llegue a pensar si estaba muerto, hice un breve repaso por todo lo que hice antes de encontrarme en Versalles y lo que paso al despertar de nuevo en este año, pero ese pensamiento era frecuentemente contraído por la obsesión que me estaba creando al pensar en María Antonieta, esa mujer tan hermosa y con tan singular belleza inigualable a la de otras.

De pronto escuché la canción “HELLO” de Adele, era el tono de llamada para mi prima Merry, a la cual adoraba y amaba demasiado, me pare del sofá y fui por mi teléfono que se encontraba en la habitación, conteste.

—Matt!!! Amor de mis amores.

—Merry, como se encuentra la mujer más enojona del mundo?

Seguido de decirle eso, me colgó. La muy…. 🎵hello, it's me🎵 Conteste.

—Te digo que te enojas por todo, pero mejor ya me callo, no me vallas a querer colgar de nuevo.

—Assh, Matt… Mejor dime, ya compraste tu disfraz para mi fiesta?

—Ya, y hablando de eso, necesito contarte algo muy extraño que me paso, pero no por teléfono.

—Pues qué esperas para venir a mi casa?

—Ok, estaré allí en 20 minutos.

Agarre las llaves de mi carro y salí de mi departamento, llegue a casa de Merry, justo pasados 20 minutos, toque la puerta de su casa y en seguida abrió y me invito a pasar.

—Merry.

La mire, tan esplendida como siempre, estaba recargada en el marco de la puerta, con una sonrisa perfecta.

—Ya dime, ¿qué paso?

—No sé por dónde empezar.

—Pues por el principio.

—Ok.

Me paso directo a su cocina y saco dos tazas muy peculiares de porcelana y toques en dorado, sirvió un té negro y le agrego leche.

—Un delicioso te inglés, Merry.

—Jeje si, es tu favorito.
Ya cuéntame. Que no aguanto más la incertidumbre, te oí muy acongojado por teléfono.

—bueno… está bien, lista?

Porque está muy extraño.

Pues te diré, no me tomes por loco o una cosa similar, y tampoco digas nada hasta que escuches todo.

Estaba comprando el disfraz para tu fiesta, de pronto, no sé de qué forma pero me resbale y me golpee la cabeza, al reaccionar y abrir los ojos me encontré en un cuarto muy grande y muy lujoso, el cual era una habitación del palacio de Versalles, para no hacértela tan larga, era el cumpleaños de María Antonieta y yo me encontraba en el cuerpo de un conde, me vestían y me presentaban al rey, todo muy lindo, hasta que llegó la hora de la fiesta y conocía a la hermosa María Antonieta. Dije en un tono romántico.