Prólogo.

5 1 0
                                    


>¡Mamá!… ¡Papá!…

Ese día, mientras mi hermana y yo dormíamos, los subordinados de Azdráco irrumpieron en la posada que mi madre y mi padre manejaban.
Sólo pude escuchar un gran ruido, era mi madre abriendo muy fuerte la puerta de nuestra habitación, mi hermana y yo enseguida despertamos…

> ¿Qué pasa mamá?
Preguntó mi hermana algo asustada.

> Nada cariño… iremos dr viaje por un tiempo.
Respondió ella.

Mi hermana y yo, al escuchar eso reaccionamos muy felices, pero esa felicidad duró muy poco, ya que enseguida alguien tumbó la puerta de nuestra habitación, eran alrededor de 5 o 6 hombres de Azdráco.

> ¡Entregalos o sufrirán las consecuencias!
Dijo el que parecía estar a cargo de todos. 

>¡Son solo niños, no pueden hacerles esto!
Les gritó mi madre a todos ellos.

> Si no quieres correr la misma suerte que tu querido esposo, entregamelos ahora mismo.
Le dijo el señor a mi madre, con una sonrisa siniestra en el rostro.

En cuanto el hombre dijo aquella oración, mi padre, armado con una espada, comenzó a atacar a todos los soldados por detrás. 

>¡Corran, yo los alcanzó luego!
Nos gritó, y sin tiempo a reaccionar, mi madre nos tomó de la mano a mi hermana y a mí.

Estuvimos corriendo por un buen rato, escondiendonos de todos aquellos soldados que veíamos en el camino. Al final mi madre nos llevó hasta la entrada al Camino Lácteo.

> Hijos, deben dirigirse al Rancho Romani, ahí estarán a salvo… yo iré por su padre.
Nos dijo a mi hermana y a mí mientras nos acariciaba el cabello.

>Linik, tú eres el mayor, debes cuidar a tu hermanita… su padre y yo estaremos con ustedes en unos momentos.
Nos dió un beso en la frente a cada uno y se fue corriendo… estaba tan sorprendido por todo lo que estaba pasando que no pude decirle adiós…

Mi hermana y yo nos quedamos congelados por unos minutos, tratando de procesar todo lo que nos acababa de suceder. De pronto siento como alguien tira de mi brazo… era Cremia.

>¡No tenemos mucho tiempo, sus padres ya vendrán!
Eso fue lo que dijo ella, seguido de eso, nos montó al carruaje y nos llevó al Rancho Romani.

Ese día, fue el último que vi a mis padres, me quedé despierto toda la noche esperando su regreso, pero nunca sucedió… Mamá… papá…

Linik: Souless Hero. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora