Cameron Dallas y tu //Mírame a los ojos

Parte 40

Me quedé alucinando.

- Vaya - dije - y por que no..... - no me dejó terminar

- Vamos mañana a dar una vuelta y me podrás preguntar TOODO lo que quieras - sonrió 

No tenía nada mejor que hacer.

- Vale - acepté - pero como amigos

Se rio.

- Como amigos - repitió

Nos separamos y volví con Bea. No tardamos mucho en volver a nuestras casas. Me dormí rápidamente.

9am

Me desperté con tranquilidad. Sentí esa sensación de vacaciones, esa sensación de felicidad que te llena. Desayuné y hice Facetime con Cam. Me duché y vestí. A las 12 había quedado con John en la playa. Cogí la moto y me dirigí hasta allí. Cuándo llegué me estaba esperando apoyado en un árbol. Me sonrió y le devolví la sonrisa. Caminamos por el paseo marítimo mientras la olor del mar entraba dentro de mí. 

- Oye - dije - lo de ayer 

- Que? - preguntó confuso

- Lo de tu "novia" - dije haciendo las comillas con los dedos

- Ah.... Emily, que pasa? - preguntó

- Por qué no le dices la verdad? - pregunté 

Suspiró.

- Porqué, realmente, no quiero herirla, la quiero - explicó

Asentí.

- Te das cuenta de que eso no tiene sentido? - dije

- Claro - sonrió - pero no me hace falta que nadie le encuentre el sentido 

Sonreí y me miró con brillo en los ojos.

- Que pasa? - pregunté sin borrar la sonrisa mientras seguíamos andando

- Nada.... solo que, nunca sonríes así - dijo 

- Que quieres decir? - pregunté divertida

- Que nunca sonríes realmente - me explicó - tienes sonrisas muy forzadas, para complacer a la gente, para hacerlos creer que te agradan, pero, en realidad, tu sonrisa verdadera es esta 

Asentí y me reí.

- No me doy cuenta - dije

- Pues yo sí - dijo mirando hacia el mar - y resulta que, cuándo estás conmigo, sueles sonreír verdaderamente 

Me reí.

- Claro 

Nos sentamos en la arena y dejamos las bolsas a un lado. John se sentó en su toalla mirando al mar y yo me estiré boca a bajo sobre la mía. Dejamos las bolsas con nuestros móviles y ropa apartadas a un lado. Entonces, de repente, vi que un chico estaba cogiendo nuestras bolsas. Me levanté de golpe.

- John! - lo avisé - Nos roban

Miró hacia dónde le indiqué confuso. 

- Me cago en la... - se levantó y salió corriendo tras de él

Los seguí a máxima velocidad también.

- TÚ! - le grité al chico - HIJO DE PUTA!

Todo el mundo nos miraba.

Entonces, no sé porqué, pero me empecé a reír, muy intensamente. John se giró y me miró, se empezó a reír también. Nos paramos ya que no se puede correr riendo. Nos reímos por un buen rato.

- Nuestros móviles - dije 

- Ya da igual - dijo John

- Y la ropa? - pregunté

- Cogeremos nueva - dijo

- No tenemos dinero - le recordé

Me miró.

- Oh no, no pienso robar - advertí

- Vamos - me estiró de la muñeca y me arrastró con él.

Entramos en un tienda.

Cogí una camiseta y unos shorts y salimos rápido de allí.

- EH! VOSOTROS! - oímos que nos gritaron

Nos miramos.

- Mierda! - dije

- Corre! - me dijo

Corrimos a toda velocidad. Entonces un coche de policías nos atrapó.

John levantó los brazos, lo miré y no pude evitar reírme a carcajada fina.

- Señorita, compórtese! - me dijo uno de los policías

- Sí, perdón - me disculpé

Entramos en el coche y nos llevaron a comisaría.