born to die; btd

deux

Liz

Una pared. Larga y blanca. Completamente blanca. Esta pared era la "luz" que por alguna razón desconocida me trajo hasta aquí, a mi fin.

No se podía rodear ya que si lo hacías te adentrabas al bosque que cubría los dos lados de la carretera.

Me senté en el piso, pensando en alguna otra solución para este largo y blanco problema.

Volví a ver luz, esta vez eran 2 luces. No tan intensas pero se acercaban a gran velocidad. Me paré caminando con pasos lentos hacia estas luces.

Mi cuerpo se congeló, quería moverme, no podía, por más que lo intentaba. Al estar lo suficientemente cerca de estas luces no tuve la menor duda que era un coche a máxima velocidad. Este giró inmediatamente al apreciar mi pequeño cuerpo en mi pequeño vestido blanco dejando a mi vista las caras de el piloto y el copiloto.

No podía creerlo.

Alex estaba en estado de ebriedad. Okay. Eso no era nuevo para mi, pero, verme sentada en el copiloto del coche que estaba a punto de adentrarse en el bosque, fue casi como ver a un fantasma.

Mi "otra yo" reaccionó igual o peor al verme. Lágrimas escurrieron por mi mejilla al ver como el coche se perdía en el oscuro bosque, para luego escuchar un fuerte estruendo, provocando que miles de aves que descansaban en los árboles del bosque, volaran.

Me giré a mirar la pared blanca. Se estaba convirtiendo en 2 gigantescas puertas abiertas, dejando a escapar la radiante luz que me trajo hasta aquí.

Todas mis preguntas fueron respondidas, ya no existían dudas. Las puertas me repetían, una y otra vez que me perteneces, y que morir a tu lado era la prueba perfecta de que nacimos para morir, pero juntos.

Sabía que era el infierno disfrazado de cielo, ya que el cielo jamas estaría abierto para personas como yo. Lo sabía, no podía negarlo, era consecuencia de mis actos. Y como recompensa de los buenos, en el fondo había un jardín de rosas oscuras, parecido a mi perfecto paraíso oscuro.

Liz