향기

343 47 23
                                    

Estaba sentado en el borde de mi cama, mirando hacía algún punto fijo de las paredes blancas de la habitación. Pensaba en algo, pero exactamente no sé qué era. Solo lograba recordar imágenes borrosas dentro de mi mente, escuchaba risas alegres, y sentía...sí, sentía. Es algo inexplicable, pero aún tenía la sensación de una cálida piel en mi mano, en mi mejilla, y en mis labios. Sin darme cuenta toqué aquella zona con mis dedos y cerré mis ojos.

ㅡ¿Qué fue eso? ㅡSolté un largo suspiro, bajando mi cabeza. Era la segunda vez que soñaba aquello, y mi estado de ánimo iba de mal en peor.

Me coloqué las pantuflas, y fui directamente al cuarto de baño, donde vi mi rostro adornado con bolsas negras debajo de mis ojos, mis labios un poco resecos y blanquecinos. Estaba cansado, irritado.

¿Por qué cada noche aquello se repite?

No encontraba respuesta por más preguntas me hiciera. Aun si le preguntaba a mi hermano menor por algo o más bien por alguien a quien haya conocido antes y que fuera realmente importante como para que aparezca en mis sueños o lo intente, él no hace nada más que negar y sonreírme.

Aunque si no lo conociera creería que me esta mintiendo. Pero él no lo haría ¿cierto? Es mi hermano y la única persona quien ha estado conmigo después del tiempo en que estuve hospitalizado. Después de aquel incidente.

¿Cuándo empezaron las pesadillas?

Desde la primera noche que regrese al departamento, después de haberme ido de casa de mis padres. Fue extraño, cuando cerré mis ojos, aspiré un aroma dulce y, un sentí como si alguien se acostaba a mi lado. No grité aunque estuviese muy sorprendido, permanecí quieto, respirando lentamente.

Al cabo de una semana logre acostumbrarme a esa presencia, a escuchar susurros, y a la frialdad de mi habitación. Aún no logro descifrar mis sueños, todo lo que veo es borroso, sin forma hasta ahora.

Tomé un vaso y serví un poco de jugo, sintiendo esa presencia caminar por el pasillo hasta el estudio donde almacenaba instrumentos musicales. Decidí seguirlo, y entre con cuidado perdiendo las luces y vi que todo estaba lleno de polvo, sucio, y desordenado.

Me quede ahí observando todo, intentando tener algún recuerdo pero me era imposible. Sin embargo, mis pies se dirigieron por sí solos al piano cubierto por una sabana blanca. La quite y toqué la superficie de sus teclas. Empezaba a sentir su presencia incluso más cerca de mí, mi corazón latía sin razón, y mis ojos...sin quererlo se llenaron de lágrimas.

ㅡ¡HYUNG! ㅡme sobresalte al llamado desesperado de mi hermano menor, limpié mis mejillas rápidamente y salí de aquella habitación viendo al menor soltar un suspiro.

ㅡ¿Por qué gritas a estas horas, myung? Eres fastidioso. ㅡFui hasta la sala para sentarme en el sofá y encender la televisión. Tomé el mando y cambie de canal, aunque no le prestaba atención a lo que veía.

ㅡ¿Q-Qué hacías adentro?

ㅡSólo veía, ese lugar necesita una buena limpieza ¿sabes?

ㅡYa veo...ㅡSe sentó a mi lado luego de dejar su abrigo en el perchero, y revolvió un poco su cabello. Algo le preocupaba, lo conozco.

ㅡDime de una vez a lo que viniste. ㅡdije desinteresadamente, notando como se tensaba, para después oír un corto suspiro.

ㅡEllos quieren verte. ㅡpoco a poco dejé que mi mirada se concentrara en sus oscuros ojos, y una media sonrisa apareciera en mi rostroㅡ Nuestros padres quieren verteㅡaclaró, y yo bufe. No comprendía porque este sentimiento me embargaba cada vez que Myung los mencionaba.

Scent || GyuWoo || ONESHOT.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora