El Comienzo De Algo

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  -¿Quien lo diría?, todo...duro y se desmorono...en un instante... -Dije con tristeza -La vida es por momentos Melissa, disfruta todos los pequeños detalles de ella, porque al igual que nosotros, puede solo durar un instante -Dije al empujarla por un barranco- Oh no..., ¡¿QUE HICE?!, ¡MELISSA! -Grite al derramar lagrimas

 Estaba asustada, no sabia que hacer, así que decidí ir a buscarla, pero de repente, todo se puso borroso, y antes de que lo supiera, estaba en el suelo. ¿Hasta aquí llegue?

Cuando abrí los estaba en una camilla, en un hospital diferente, la sala estaba completamente sola

-¿Hola? -Dije esperando una respuesta, pero nunca la obtuve, así que, opte por levantarme a buscar ayuda

-¡Niña, no debes levantarte! -Dijo una enfermera que pasaba por la puerta

-Es que tengo que hablar con Aaron... -Dije, pero luego me acorde de todo- ...Melissa... -Susurre

-Aquí no hay nadie llamado Aaron, así que por favor, acuéstese -Dijo la enfermera

-¡¿DONDE ESTA MELISSA?! -Grite enojada mientras le daba manotazos a la enfermera

-¡NIÑA POR FAVOR! -Grito molesta

-¡¡¡YO QUIERO A MELISSA!!! -Grite mientras me escapaba por debajo de sus piernas y recorría todo el hospital, llamándola- ¡MELISSA!, ¡MELISSA!, ¡MELISSA! -Gritaba una y otra vez, hasta que me atraparon

-Escúchame niña, a menos que no quieras vivir mas, sigue corriendo -Dijo la enfermera conmigo en brazos

-¡Yo solo quiero estar con Melissa! -Dije al empujarla pero cuando me soltó, caí al suelo

El golpe fue tan fuerte que me dejo sin conocimiento, o el suelo era demasiado duro o yo era muy débil. Al pasar una semana, seguía siendo un dolor de cabeza para los enfermos del lugar, tanto que decidieron colocarme una camisa de fuerza, aun así, eso no me detuvo, todos los días me escapaba de mi habitación y gritaba su nombre con la esperanza de encontrarla, pero todo era en vano. De repente, un día fueron unas personas al hospital a ver a todos los niños, todos los cuartos estaban abiertos, todos menos el mio, ya que no querían que hiciese una de mis travesuras

-¿Que horas serán...? -Me pregunte a mi misma mientras miraba la pared, hasta que una mujer entro al cuarto

-¿Porque estas encerrada? -Pregunto mientras se acercaba

-¿Quien es usted? -Pregunte con temor al levantarme de la camilla y alejarme de ella

-¡Dios!, ¡¿Que haces con eso?! -Pregunto con euforia al acercarme a mi rápidamente

-¡¡¡AYUDA!!! -Grite aterrada mientras cerraba mis ojos con fuerza

-¡Eres muy pequeña para estar con esto! -Dijo al quitarme la camisa para después abrazarme- ¿Porque tenias eso? -Pregunto preocupada 

-Porque soy mala... -Respondí en un susurro

-No digas eso muñeca, tu no eres mala -Dijo mientras me abrazaba con fuerza- Son estos tontos que no saben cuidarte -Agrego

-Yo no se -Respondí asustada

-¿Que tienes? -Pregunto al mirarme

-...Tengo leucemia y el corazón roto -Dije mientras comenzaba a llorar

-Oh Dios, no te preocupes, todo estará bien -Dijo al llorar junto a mi

-No lo estará, esto es algo que no puede cambiarse -Respondí mientras la abrazaba, no se porque pero sentía confianza en ella y otras cosas que no podía explicar

El bosque de las luciernagasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora