Algo Que Se Convirtió En Amor

21 3 1
                                    

Los años pasaron rápidamente, y mi apego por Oliver era cada vez mas grande, tanto que me daba miedo perderle de vista al espabilar, eso no era normal, yo no estaré aquí para siempre, no puedo ser tan egoísta como para quedarme con Oliver yo sola, el también debe hacer su vida, el debe conocer gente buena y sana, debe seguir adelante y dejarme atrás...

Me desperté como de costumbre, solo que Oliver no estaba a mi lado. Di un gran suspiro y proseguí con mi rutina, después de todo el ya debe estar arreglándose para ir a la escuela. Me levante de la cama y me quite la peluca, el tratamiento que me estaban haciendo me había dejado sin cabello...¿Oliver lo sabe?, por supuesto que no, no quiero que me vea en este estado. Después de bañarme y desayunar, me arregle para ir a la escuela, al salir de casa Oliver me esperaba en la puerta

-Hola Alice, ¿Aun sin hablarme? -Pregunto mientras caminaba a mi lado, yo no le dije nada- Ya veo, al parecer hoy también sera un día aburrido -Dijo al suspirar

-Lo siento Oliver, pero debes apartarte de mi -Pensaba con tristeza

-Oye Alice, mira esto -Dijo Oliver al poner cara de idiota

-¡Que zopenco eres! -Dije entre risas

-¡SI, YA TE HICE HABLAR! -Grito Oliver con alegría, yo solo volví a mi estado de seriedad- Ay por favor, eso no es justo, ya hablaste, dime porque no me quieres hablar -Dijo al bajar su rostro, se le veía muy triste

-No pongas esa cara... -Pensé

-Si no quiere hablar por lo menos comunícate conmigo por medio de ruiditos -Dijo Oliver

-Mhm -Dije 

-¡GRACIAS! -Dijo al abrazarme con fuerza

-¡OLIVER! -Grite mientras lo empujaba y miraba como se marcaban hematomas en los lugares donde me estrujo

-¡Alice, soy un idiota! -Dijo Oliver al acercarse rápidamente a mi- Lo siento mucho... -Agrego al juntar su frente con la mía

-Esta bien... -Dije al separarme apenada

-No solo me disculpo por lo que acabe de hacerte -Dijo Oliver mientras sus mejillas se tornaban carmesí

-¿Entonces? -Pregunte confundida

-Es que me sentí muy feliz de que dijeras mi nombre -Respondió Oliver con una sonrisa

-¡DISFRÚTALO PORQUE NO TE HABLARE MAS! -Dije sonrojada

Oliver era una persona que podía llevarse con todo el mundo, pero por alguna razón fingía odio hacia las personas, menos hacia mi. En cuestión de minutos llegamos a la escuela, después de todo no estaba tan lejos. Yo me senté en un puesto al azar y Oliver se sentó a mi lado, como siempre

-No tienes que cuidarme todo el tiempo -Dije en un suspiro

-Yo lo hago por gusto, no por deber -Respondió Oliver al sacar sus cuadernos

-Esta bien... -Susurre mientras mi rostro se calentaba, de repente, sentí como tomaban la peluca suavemente- ¡SUÉLTAME! -Grite al girar a ver quien era

-Que agresiva -Dijo Amanda al soltar la peluca

-Solo déjame en paz -Dije mientras le daba la espalda

-¡Oye estúpida no he terminado de hablarte! -Dijo Amanda al tomarme de la camisa

-¡YA BASTA NIÑA PATÉTICA! -Grito Oliver con enfado, Amanda solo me soltó y se fue -Diablos, como molestan -Decía mientras acomodaba mi ropa

-Yo puedo hacer eso sola -Dije al apartar la mirada

-Sin embargo no lo haces -Dijo mientras acariciaba mi cabeza suavemente- Ya comenzaran las clases, ¿Dormirás? -Pregunto, solo me negué con la cabeza- Ya veo, no creas que por prestar atención no iré a tu casa a darte clases -Agrego al sonreírme

El bosque de las luciernagasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora