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Bueno primero, pude recuperar mi cuenta, no se si habra lectores que todavia sigan leyendo este tipo de historias pero me propuse terminarlo. Habra cambias en algunas acciones y en la narrativa por que pues tengo la necesidad de corregir todo.

Asi que, lamento la tardanza de tres años , pero ya volvi.

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Han pasado 5 meses desde el dia que cambio la vida de la familia Torres, un accidente automovilisco cambia varias cosas. El continuo miedo de subirse al coche y tener que presenciar de nuevo un accidente, el poder perder a alguien. Pero sin duda alguna la mas afectada era Skye, su cuerpo fue afectado por el accidente, terminando en una silla de ruedas haciendo que cambio totalmente su vida y el de su familia.

Si le dolia constantemente en el alma no poder sentir sus piernas, pues ahora en aquella silla no podria hacer varias cosas comunes, que ahora teniendola era mucho mas dificil, desde poder levantarse de su cama hasta poder ir a la calle era dificil, pero en la vida de nuestra protagonista cambiara por un grupo de amigos y guerreros llegara en su vida, dandole aventiras, risas, dficultades y quien sabe, tal vez amor.

Era un Sabado, la chica de cabellors castaños, se encontraba en un parque acompañando a su madre, que era una mujer con cabello castaño oscuro y corto. Su hermanito, este tenia 7 años a diferencia de su madre y hermana este tenia cabello cenizo pero sin duda alguna todavia tenia ese aura de ternura, era la persona favorita de Skye en el mundo. Ambas personas se encontraban en los juegos infantiles, corriendo pues el menor tenia que ser atrapado por su madre, era el clasico juego de las atrapadas. Mientras Skye solo miraba sonriendo levemente pues ver a su hermano riendo y sonriendo, le era tan gratificante. Ya no estaban aquellas lagrimas que tenia cuando se entero del estado que estaba ella. Era un respiro para ella ver que estaba sonriendo de nuevo, despues de todo no era su culpa.

-Skye, deberias de venir con nosotros, te puedo empujar- Decia su madre sonriendo algo cansado pues no tenia las energias de alguien joven. Skye solo pudo negar con la cabeza, pues si estaba cansada por correr, estara mucho mas cansada al empujarla a ella.

-Gracias Ma, pero no creo que aguantes. Cerca de aqui vi a un señor que vendia helados, mejor voy por unos, yo invito-Decia mientras señalaba al señor con un carrito que movia su campana para atraer gente a su negocio, su madre solo pudo suspirar rendida y asintio, mientras regresaba al niño energetico que se escondia en un arbol para que no lo atrapen. Skye solo sonrio levemente pero con una pizca triste en su sonrisa, pues tenia tantas ganas de correr con ellos, de poder jugar con su hermanito de nombre Finn, era lo que mas extrañaba de poder caminar.

Fue directo al señor, con algo de dificultad pues el pasto no permitia mucho que su silla tenga mucha movilidad, suspiro con algo de cansancio en sus brazos pues le era dificil salir de uno que otro hoyo que tenia el pasto. Despues de unos minutos llego pero teniendo que esperar a dos personas en la fila. Volteo a su alrededor, viendo a un grupo de chicos mirandola y señalandola, arqueo una ceja algo confundida, pensando que no era ella volteo atras suya pensando que tal vez era alguien atras suya o a lado, pero desgraciadamente no habia nadie. Maldijo silenciosamente algo nerviosa por eso y solo solto un suspiro para tranquilizarse. Decidio mirarlos unos momentos, pues la curiosidad le picaba, notando su cabello azabeche y sus ojos verdes como el mar, haciendo que tuviera un sentimiento familiar, esos ojos eran tan familiares haciendo que se sintiera comoda y relajada. El siguiente chico era rubio con un cabello corto, sus ojos eran azules electricos y tenia una pequeña cicatriz en la comisura de su labio, tenia una mirada seria pero veia que era alguien confiable. El ultimo de los chicos hizo que tueviera un pequeño escalofrio recorrerle el cuerpo, tenia el cabello azabeche y sus ojos eran totalmente oscuros, daba un aire salvaje y serio, pero a pesar de eso tenia un toque de tristeza llamandole la atencion. Pudo observar somo estos tres chicos notaron su mirada y solo pudo desviar su mirada rapidamente y con un sonrojo avergonzado en sus mejillas y que pronto se recorrio en todo su rostro, tomando un color rojo.

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