1. Un Dia Cualquiera

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—¡hey, ¡abre la puerta! —digo golpeando la misma, estaba entusiasmado por decirle, y el me ignoraba como si le hubiera hecho algo.

—¿que quieres, Jack? —digo somnoliento desde un balcón a un metro y medio de la puerta, parecía que estaba dormido, pero mi sorpresa lo despertaría al 100%.

—Es una sorpresa, so...¡solo ábreme la puerta! —me escuchó y se fue, estuve esperando media hora, y sentí, ví y escuché algo caer, como una campanilla. La llave de la casa. Así será de vago...

Abro la puerta y la cierro al entrar, había remodelado su casa. Bueno, al menos la sala de estar... Le pusieron un toque minimalista, y al fin cambiaron esos sillones viejos, eran de incomodos... Bueno, los cambiaron por unos rústicos de color oscuro, con unos cojines tapizados con piel de zebra, parecian comodos.

Los cuadros de la familia los quitaron y pusieron uno que era de un barco. Ese seguramente lo eligió Max... Su sueño era dirgir un barco, y eso haría...

Subí a su habitación, todo normal, solo que... En la puerta de su habitación había un poster de un anime... FREE, creo que se llamaba... No sabia que le gustaban esas cosas, entré y lo ví, estaba acostado en su cama en ropa interior, con el frio que hacía me parecía raro... Me acerqué a el y me tiré encima de su torso para que se despertara, reaccionó mal y me tiró al piso... Pensé que reaccionaría de otra forma...

—hey... ¿qué haces? —dijo somnoliento viendo para otro lado, si que estaba dormido—, es muy temprano déjame dormir...

—¿temprano? —pregunté de forma sarcástica—, son las dos y media de la tarde... Vamos, vistete y baja a comer... Yo cocino...

—okey, okey, okey... —suspiró, sonriendo... — ¿qué vamos a comer? —preguntó tapándose la cara con la almohada—

—ya verás...

Después de unos minutos, a las tres y cuarto para ser exactos... Ya estaba lista la comida...

—¡baja a comer! —le grité desde la cocina... —, si no baja, lo traeré por las malaaa..... —se me cortó el pensamiento cuando lo ví, estaba solo con un bóxer, me sonrojé al verlo. Oculté mi rostro y le dije— ¿no te había dicho que te pongas ropa?

—¿y qué es esto? —señaló su bóxer— Total, si no hubieses venido, estaría desnudo... —dijo sentándose en la mesa del comedor, y si no me equivoco, también él estaba sonrojado.

—no digas tonterías y come... —serví la comida y me senté en frente de él— pensé que te gustaría... Hize dos comidas diferentes, algo frito para vos y algo perfecto para este tiempo para mi.

Un guiso, es la comida perfecta para un dia frio como éste... Y bue, para el le hize unas patas de pollo fritas, con salsa picante, supongo que es su comida favorita por lo que postea en facebook...

—gracias, Jack... Eres el mejor cocinando... —me sonrió y siguió comiendo...

—de nad— me interrumpió..

—No creas que no sé tu secreto... —me dijo mirándome a los ojos.

mierda... Ya lo sabe, pero ¿cómo? —pensé nervioso y no dije nada para que siguiera hablando.

—te vas a ir de intercambio a New York, para participar en un concurso de cocina ¿cierto?

¿pero qué carajos? —pensé y le dije— ¡no! Yo solo voy por estudios y otras cosas personales... Y...

—¿Y, qué? —preguntó serio.

—Quiero que vayas conmigo —agaché la cabeza sonrojado al máximo.

—¡claro que si! ¿Y por qué te pones así? Ni que fueras gay ¿no? —dijo y se sentó a la par mia.

—¿eh? No... No soy gay —me contradecía por dentro, ¿¡por qué no le puedo decir!?— pensaba que me ibas a decir que no...

—¿Cómo no voy a querer un viaje gratis a New York? —se levantó y se tiró en su sillón, se golpeó fuerte el rostro, parece que se había olvidado que son de madera...

—¿Estás bien? —termino mi plato, me levanto y los llevo al lavavajillas— vístete y vamos a mi casa, ¿oka?

—oka, ya me visto —se levantó adolorido y se fue a su habitación, volvió a la media hora...

Estaba vestido con un jean verde oscuro, una camiseta a rayas multicolor, y una campera café... Se veía lindo.

Nos fuimos a mi casa conversando sobre las nuevas novias de Max, obvio que ni me gusto cada palabra que salía de su boca...

—y de ahí, conocí a Valeria, culona, y creída... Esas no son de las tuyas ¿cierto?

—¿eh? No, no me gustan... —me interrumpió el sonido de una ambulancia, viró a la derecha, y paro, lo sé por el chillido que hacen esas ruedas... Las odio.

—es la sexta vez en esta semana... —me dijo Max, pero yo, estaba corriendo a mi casa, y ví a la ambulancia llevándose a una mujer.

Una mujer de cabello ruludo de color dorado... Piel palida, labios gruesos pintados de rojo que resaltaban.
La subieron a la ambulancia y partieron, yo lloraba en silencio, y Max gritó mi nombre, todos me miraron, me reconocieron y empezaron a murmurar muchas cosas malas...
Decian que, "¿Por qué no estuvo para ayudarla?", "¿qué hace con ese delincuente?", "su padre seguramente lo hizo, el va a ser igual".

Por supuesto que yo lo tomé mal... Traté de huir pero Max no me dejo... Solo me abrazó... Nos dirigimos a su casa, nadie sabía donde era, y sus padres estaban de viaje.

Esa noche llovió, salió en las noticias el asesinato de mi madre, ahí me enteré que murió. Murió en camino al hospital por desangrado, tenia una hemorragia interna y cinco apuñaladas en la espalda... Todavía no sé por que lo pasan en la tv.

Tuve ese pensamiento, quería estar con ella. Mi padre, me odiaba, según él, yo era un estúpido accidente. Y todo el pueblo estaba a mi contra... No sabía que hacer si quedarme o irme con mi madre...

Tenía que hacerlo...

Tengo que hacerlo...

Lo voy a hacer...

La Historia De Un SuicidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora