Ascenso

269 60 53
                                    

El fantasma del pasado me acecha
Y la luz del futuro se apaga,
Varío en la dimensión media,
Entre la realidad y el mundo que acaba.

Solíamos tener nuestro mundo,
En el cual tu reinabas,
Yo era tu príncipe, tú mi princesa,
Pero la fantasía no dura, termina.
Y termina más rápido,
Cuando la princesa busca amor,
Fuera del reino que decía que amaba.

Entre el cerrojo lo veía venir,
El tenue resplandor de la oscuridad,
Me acechaba terrible,
Y me masacraba sin piedad.
Mientras escondido en las familiares sabanas,
Cristales de zafiro creaba.

En el sedoso timbre de clavel
Que en mis tímpanos resonaba,
Tiritaba una voz cálida, triste e incierta,
Que me llamaba a la puerta,
Corrí a abrirla y el capullo se abrió,
Floreció y maravilló mi negro corazón.

Delicadamente toqué sus pétalos,
Pero al tocarlos negro me volvía yo.
Era yo, un visitante tardío,
Que desde las sombras tarde llegó.

Acompañada de la flor venía una luz,
Obscura y pálida que alumbraba mi interior.
Murmuré: «¿Qué haces aquí»
Ella respondió: «Vengo por ti»
«Nadie viene a por mí»
«Yo he venido hacia ti»

Entonces regreso a mi nido de silencio,
Donde las sombras me mantienen sujeto,
A un desesperanzado final.
En cuanto mientras su voz escucho,
La oscuridad me libera y ya absuelto
Me espera alegre y vivaz.

Recuerdo De Un Corazón NegroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora