Poema Para Nadie

336 73 31
                                    

No hay nadie
Igual a otra persona.
Ni aunque fueran gemelos,
Ni aunque sea su copia.

Menos,
Sino son parientes.
Más,
Sino se conocen.
Quizá,
Si del mismo padre.
Nunca,
Cruzando los mares.

Pero tú,
La persona deseada,
Con rizos de seda
Que envuelven tu alma.
La carne fresca,
Suave, delicada.
Que roza al aire
Y el aire desmaya.

Con labios de miel
Que cualquier perro anhela.
Con la ilusión
De que al soñar pueda.
Cambiar de cuerpo
Y estar más cerca
De una muerte
Que seguro me espera.
Por soñar despierto
A rozar una nube.
Cuando la realidad asemeja
A observar como sube.

De rendir homenaje
A la no existencia.
De desfallecer
En un mar de inocencia.
De eso que todos tienen
Y nadie aprecia.
De eso que nadie posee
Y todos desean.
De todos los perros
Que comer quieran.

Ella volteó,
Abrió sus pupilas.
Y caminó.
Mirándome estaba.
Daba pasos cortos.
No pares, me decía.
Quería que siga.
Pero lejos se encontraba.
Yo ahí parado
Desmayándome estaba.
Ella ahí,
Más blanca que nada.
Por un segundo
Pensé que brillaba.
Por dos segundos
Casi pasaba.

Y continuaba,
Yo retrocedía,
Yo renunciaba,
Ella no es mía.
Por qué me ilusiono,
Por qué me enamoro,
No lo deseo,
O tal vez me miento.
Tal vez solo sea un sueño
Y no lo estoy viviendo.
Tal vez sea un error
Del que no me arrepiento.
O tal vez sea real
Y termine sufriendo.

Pero es verdad
Que en la penumbra que anuncia los siglos
Tú encontraste
Mi cuerpo, vacío.
Flotando, en lento.
En un pantano umbrío.
Junto con una flor,
Que volvió cálido el frío.
Y que pronto despierta
Para darse cuenta.
Que está sola y perdida
En este navío.

Recuerdo De Un Corazón NegroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora