II.

14 1 0
                                    

Sabes? A mi me parece ridículo e increíble que cuando padezco ciertos síntomas tales como punzadas en el pecho, dolor de brazo, o cualquier dolor en cualquier parte de cuerpo, no pensar que tengo una enfermedad gravísima y mortal. O un paro cardíaco. O un acv. Me resulta increíble y no puedo con ello. Me es imposible.
Me he levantado a la madrugada sintiéndome mal con síntomas que están en mi cabeza y lo sé, y sin embargo no puedo controlarlos.
Hace días que no salgo de mi casa por miedo a que me pase algo. Por miedo a no estar en el aquí y ahora, ir distraída por la calle, desconectada y que un auto me pise. O un colectivo. O una moto. Da igual.
Desde pequeña hasta ahora he tenido de todo: cáncer, tumores, paros cardíacos y demás enfermedades mortales. En mi cabeza, claro está. Dentro de ella soy como un imán que atrae todo lo peor que existe. Fuera de ella, soy una chica sana que los únicos problemas de salud son los causados por mi estrés y mi ansiedad.
A veces siento que nunca voy a poder contra ella, y ni tengo ánimos para escribir. No me sale, me da igual todo. Llego a un punto en que me da igual si tengo algo, porque lo único que quiero es morirme. O dejar de sufrir. Y sé que la segunda es IMPOSIBLE.
Voy a la psicóloga y cada vez que salgo de allí me siento muy aliviada, pero unas horas después me agarra otra vez. Cuando estoy distraída, cuando estoy atenta, cuando estoy feliz, cuando no también.
Me ha dado conjuntivitis alergica hace algunos días. Y estoy convencida que está producida por mi frustración en situaciones que no quiero vivir, que me hacen doler, sufrir y que no me apetece ver. Y mis ojos enferman por esa razón.
Buceando un poco en mi memoria, me di cuenta que mi ansiedad siempre estuvo. Recuerdo episodios de pequeña en donde me sentía como si todo fuese un sueño y desconectada de mi misma. Me daba miedo todo, un día la mire a mi madre -gran madre, por cierto. - y le dije, con seis años simplemente: "Me das miedo".
No era ella quien me daba miedo, sino la situación. Y lo proyecté en ella porque era una niñita.
Ayer hemos hablado este tema con mi madre. Y se ha puesto a llorar. Me destrozó verla así, pero le hice entender que es algo que me sobrepasa y que por mi, estaría relajada todo el tiempo sin tensiones, pero es algo que invade mi mente, como si fuese una conquista o un golpe de estado. Estamos por mudarnos a un lugar mucho más grande y super bonito y en realidad estoy contenta por aquellos nuevos comienzos, aunque no lo demuestre porque tenga una depresión que no es que me haga muy feliz. Pero no quita que haya cosas que si me hacen felices.
Estoy feliz por mi mamá. Ella es una gran madre, ayer, entre sollozos me dijo: "Eres una chica fuerte, yo sé que puedes con esto. Solamente quiero poder arrancarte todo ese dolor que tanto te afecta y que podamos disfrutar la casa nueva", y me ha destrozado tanto... Y me he sentido tan culpable por hacerla llorar... Es mi madre y se preocupa, a veces llora un poco y trata de disimularlo. Yo le doy el gusto de hacerme la que no la veo, pero en realidad si la veo. Y me encantaría darle un abrazo.
Mi padre también, gran padre, padeció ansiedad. Mi psicóloga me dice que soy su espejo y tal vez por empatía -eso creo yo, ya que soy muy empática- he sentido lo que el sentía. Y después me sucedió a mi y ya no pude controlarlo. El se preocupa mucho por mi. Me llama todos los días, ya que no vivo con él, solo un par de días por semana y fin de semana por medio, para preguntarme cómo estoy. El también ha llorado por mi. Y también me he sentido culpable. Mi padre es lo mejor del mundo, no puedo verlo llorar y empastillarse por no poder dormir por todo lo que le contaba. Mi padre estaba medicado. Y a mi madre, cuando estaban juntos, no le gustaba para nada. Y mi padre le decía "si para estar bien, el doctor me dice que tengo que chupar el humo del caño de escape del colectivo, yo lo voy a hacer". Lo entiendo. Creo que a mi padre la ansiedad lo ha afectado tanto en su juventud, pero ahora está mucho mejor. Y ya saben, donde hubo fuego cenizas quedan para bien o para mal. Y todavía a veces le da un poco de ansiedad.
Mi perra, mi tesoro y una de mis mejores amigas, ha tenido crias el último domingo. Uno solo, mejor dicho. Y es lo mejor que me ha pasado este mes. Lo demás fueron todos ataques.
Me cuesta, me cuesta enserio no tenerle miedo a las enfermedades. Si se me duerme una mano, tengo algo grave. Si me duele por aquí, me voy a morir. Si es por allá, me queda poco de vida.
Y no le temo a la muerte; al contrario. No es que desee todo el tiempo morirme, solo cuando llevo días con la misma ansiedad y no la puedo controlar. Y tampoco me gusta ese pensamiento. Creo que la muerte es reparadora, y estoy completamente segura de que lo es. Y simplemente es un paso más hacia nuestra evolución.
En fin. Les escribo desde aquí, casi las cuatro de la mañana. Me he levantado un poco nerviosa y pensé que sería bueno plasmar lo que siento. En unas horas me mudo y estoy muy feliz por ello. Sobre todo por mi madre.
No planeo que se convierta en algo en plan "OH QUE MAL POBRE NIÑA". Soy muy consciente de que todas, absolutamente todas y T O D A S las situaciones por las que pasamos todos y cada uno de nosotros, son para nuestro crecimiento. Así sea algo horrible, todo pasa por algo. Se cierran puertas y se abren otras. Y depende de nosotros ver eso; pues el cuerpo habla. Y es importante escucharlo para vivir mejor. El es el único que nos transporta durante toda la vida, uno solo tenemos. Y mas vale escuchaelo para no perjudicarnos.

~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~
Antes que nada, como dije en el texto, esto lo escribí hace unos minutos en el marco de una crisis de ansiedad. No todos los capítulos del diario serán así. Hay muchos en donde contaré cosas más interesantes, ya que mi vida, aunque algunos días sí, no es TODO ansiedad.
En fin, no se olviden de tratar de estar mejor💕

Diario de una adolescenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora