Y lo peor, es que ha sido mi culpa (oneshot)

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Ahí estábamos los dos, mi amado Edd y yo, había sido una gran tarde, el café, la cena, estar en mi casa solos, oh si, desde que me había mudado no habíamos tenido tiempo de pasar un día así, lo único malo de eso, era tener que llevarlo a su casa y despedirnos. Le había planteado muchas veces que se mudara conmigo, el empezaba a considerarlo.

Llevábamos al menos dos años de relación y aún se podía notar lo enamorados que estábamos, algunas personas simplemente veían mal el que dos chicos salieran, tanto así que nunca le contó a sus padres de nosotros y tampoco es que me hiciera falta que lo aprobaran, jamás le haría daño a mi pequeño y delicado doble D. Empezar la relación tampoco fue cosa fácil, él me tenía miedo al principio y no lo culpo, desde niños solía molestarlo, pero aún así hubo momentos de complicidad, a decir verdad creo que desde entonces he estado enamorado de él, en ese entonces no lograba imaginar cómo sería un chico enamorado de otro. El destino fue amable y por ello terminamos en la misma escuela, como soy un año mayor que él empecé a hacer mi lucha desde que entró a la preparatoria, ahora estamos de vacaciones y yo cerca de entrar a la universidad.

Como era una noche tranquila decidí ir algo rápido en la moto, después de todo mi doble tonto era mi amuleto de la suerte, ese día le había dado una flor marrón y, aunque lo negara se había pasado parte del camino viéndola, realmente le gustó, fue lo último que pensé, antes de saber que jamás volvería a ver su bello rostro, ni a oler el perfume de su blanca piel, ese fue el último día.

Han pasado al menos 3 meses y aún no lo puedo creer. Cómo cada día, me he levantado y lo primero que he hecho ha sido voltear a ver la cama "él no está" es lo que me grita mi cabeza cada día, desde ese momento cada día se vuelve el más horrible, no puedo evitar oler la almohada de al lado, que fue la que usó la última vez que estuvo aquí "la última vez" cada día reflexiono esa frase mientras me ducho mirando con recelo mi sombra en el piso, después de eso, me pongo cualquier ropa y la gorra, esa gorra roja que él se encargaba de acomodarme siempre que nos veíamos, ha estado lloviendo, de eso casi una semana o más. No siento frío así que solo tomo un paraguas y el carro, así es, ya no uso la moto, no desde ese día, ahora uso el carro de mi padre, he dejado de llamarlo viejo, recuerdo que a él le molestaba, solía decirme que llamarlo así era algo "totalmente irrespetuoso".

Tardo una hora en llegar y otra media en lo que me armo de valor para entrar, puedo verla, siempre la veo y es que es obvio que no se moverá, la piedra que simboliza e indica donde está mi amado. He venido diario, cada día manejo una hora para llegar aquí, solo para llorar desconsoladamente mientras miro su foto, la foto de mí amado Edd.

Después de esa cita, cuando conducía tan tontamente mi moto.

Ha pasado un día mas y he vuelto a tener esa pesadilla, esa que me atormentará toda la vida al parecer. Cada noche puedo oír su voz, llamándome y yo simplemente, no puedo responder, poco a poco se va apagando, lo que daría por oír esa voz, hablándome de hongos y cosas extrañas, no llamándome, al menos no así, diario despierto en la madrugada, casi a la misma hora del accidente, "accidente" ¿se le puede llamar así a algo que provocó un imbécil? No, seguramente no.

Son las 2 a.m. de nuevo estoy despierto, sólo una almohada tapa el sonido de mi voz, gritando hasta quebrarse, después de eso vienen los lamentos, lloro y lloro sin parar, hasta que el cansancio consigue vencerme de nuevo. Por la mañana recuerdo todo, aún no creo que sea real, aún no puedo creerlo, hoy sus padres organizaron algo, quieren darle a sus amigos algo de él, seguramente su madre no quiere verme y no la culpo, rompí todos los espejos de la casa porque no soporto verme yo mismo. Como lo esperaba no fui bien recibido, al parecer apenas se enteraron de que, esa "persona especial" de la que Edduard hablaba, era yo. Me hicieron pasar a su casa antes que a todos los demás, se sentaron en el sillón a hablar conmigo, su madre no dejaba de reprocharme el mal habito de no usar casco y más aun de no darle uno a su hijo a pesar de nuestra "relación", ella misma hizo las comillas al pronunciar la palabra, su padre también me dijo varias cosas, entre ellas me reclamó el presentarme como un amigo, gritó todos los insultos conocidos mientras me recordaba que Edd nunca les había mentido, excepto ahora, que lo hizo por mí y, sin poder contenerme comencé a llorar y a balbucear su nombre, cuánto lo amaba y cómo desearía haber sido yo, de pronto todo se quedó en silencio. Su madre me dejó entrar a su cuarto, me pidió que eligiera algo de él, al igual que les dijo posteriormente a los demás, pude ver su diario en su cama, al parecer ellos lo habían leído no hace mucho, después de ojearlo note que él solo hablaba de mí, poco a poco mis lágrimas fueron cayendo sobre las paginas, al final solo tomé una cosa, la foto de su repisa, aquella en la que íbamos los dos en mi bicicleta.

Ni siquiera cuando andaba en bicicleta le agradaba que fuese rápido, ahora entiendo porqué.

Aquella noche después de notar que él estaba viendo la flor marrón que le regalé me desvié un poco del camino, él se había puesto nervioso y me exigía que bajara la velocidad. No hice caso. Me gustaba un poco burlarme de él, aumenté un poco más la velocidad diciendo que me había equivocado, no me creyó, íbamos cada vez más rápido y cada vez él se aferraba más fuerte a mi cuerpo, eso me gustaba, pero, cuando voltee al camino para "evitar algo" una luz me deslumbró, en cuanto abrí los ojos estaba tirado en el asfalto. Y mi Edd, mi amado doble D estaba atrapado entre un árbol y mi moto, a varios metros de mí. Aquella luz me había hecho perder el camino y así había acabado, aún con el dolor que sentía en las piernas me arrastré hacia él, no me importaba lo que me fuese a pasar, yo solo quería ver que Edd estaba bien, lamentablemente no era así, el abría lentamente sus hermosos ojos, por un instante me alegré pero luego esa alegría se desvaneció cuando oí su voz y vi sus ojos apagarse lentamente mientras sus labios pronunciaban por última vez "Kevin, te amo" la última palabra la pronunció tan débilmente que supe que era el final, me maldije a mí mismo hasta que el dolor me dejó inconsciente.

Desperté en un hospital, lo primero que quería saber era el estado de doble D, una enfermera me dijo que nos habían hallado inconscientes a ambos y que mi amado se encontraba en mal estado. Un doctor llegó a revisarme pero insistí en saber de él, el hombre bajó la cara y me dijo que Edduard acababa de morir, estoy seguro de que dijo algo más, pero no podía escuchar nada, esas palabras retumbaban en mi cabeza "Edduard falleció" entré en un ataque de cólera y me arranqué el suero sacándome mucha sangre, quería morir, realmente quería morir, pero primero quería verlo, tenía que verlo.

Después de tranquilizarme me permitieron verlo, era tan hermoso que parecía que simplemente estaba dormido, baje más la cobija, solo para destrozarme el alma al ver su bello cuerpo partido en dos. Comencé a llorar y gritar, después de eso volví a caer inconsciente.

Por casi una semana no quise comer, me obligaron a hacerlo y a regresar a casa. La estúpida motocicleta seguía sirviendo, pero esa cosa, ese pedazo de metal por el cual había trabajado, me había quitado lo más hermoso que en la vida habría de tener, simplemente la dejé. Yo no tenía heridas graves así que caminé a casa, dos horas caminando que me parecieron sólo minutos, después de eso todo el tiempo me parece igual. Excepto cuando estoy con él, cuando estoy en su tumba viendo su foto y rogando a Dios que me deje verlo otra vez, que me lo devuelva.

Pero él no volverá. Y lo peor es, que ha sido mi culpa.

Y lo peor es, que ha sido mi culpaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora