No creo que nunca llegues a leer esto, pero quiero contarte como me siento.
Ahora mismo, me encuentro en la cama, pensativa...
Te acabas de ir y todavía puedo sentir tu mano acariciando mi cadera, notar como mis labios rozan parte de tu cuello o simplemente se limitan a besarte la espalda cuando estás dormido.
¿Qué me estás haciendo?
No me recordaba así, ya no soy así...
Después de tantos bandazos, creí haber perdido la mayor parte de sensibilidad que había en mi, estaba harta de ser siempre la tonta, pero...
Pero tú consigues sacar esa parte de mi, que hace que vuelva a ilusionarme cuando sale tu nombre en la pequeña pantalla de mi móvil, que me ponga nerviosa cada vez que vienes a verme, la necesidad de tus abrazos, de tus besos...
Eres increíble.
La capacidad que tienes de erizar mi piel con una caricia, me sorprende.
Ni siquiera sé si lo has percibido, pero hay momentos en los que me quedo embobada mirándote y me he dado cuenta que verte sonreír, es una de mis cosas favoritas.
Me encantaría verte reír constantemente, que estés bien, cuidarte siempre que quieras y no dejar que nada te haga daño.
No sé si ahora mismo te estarás preguntando el porqué de la foto de arriba, porque esa y no otra...
Realmente, he cogido esa foto porque es justo lo que me pasa contigo. Pase lo que pase, esté como esté, eres capaz de animarme sin siquiera saberlo.
Cuando estás conmigo, haces que lo olvide todo, solo quiero que el tiempo pase tan despacio como sea posible, disfrutar cada momento contigo..
Te lo volveré a repetir:
Eres increíble
Así, sin más. 💜
