¿No sentís la jodida necesidad de decirle a alguien todo lo que quieres decirle, pero luego no acabas diciéndole por miedo?
¿Y ese momento en el que ves que todo tu mundo se desmorona por momentos?
Bien, pues hoy vengo a decirte todo lo que no te he contado por miedo.
Siento la necesidad de decirle al mundo que te quie...
Espera, no seré yo quien te lo diga, si no mis palabras.Tú mismo dices que aún no nos conocemos lo suficiente y tienes razón, siempre te digo que ni con todos los años que llevo aguantandome, puedo ser capaz de conocerme al 100%.
¿Cómo puedo llamar a todo esto?
A la necesidad de verte, de hacerte sonreír, de decirte todo lo que has llegado a importarme en estos pocos meses, de ser una de las muy pocas personas en las que confío plenamente y sin ninguna duda, de querer abrazarte y ayudarte con cada problema, de verte tan guapo todos los días y no poder evitar el sonreír cada vez que pasas por mi lado, de recordar momentos juntos, de pensar en todos los que nos quedan, de intentar buscar la mejor tontería para que te rías de la gilipollez que acabo de soltar o simplemente ver como nos picamos cada vez que jugamos juntos...Me gustas. ¿Es evidente, no?
No sé ni cómo, ni porqué, ni a quien se le ocurrió cruzarte en mi camino, pero gracias."¿Gente? ¿Qué es la gente? No la necesitamos.."
"NUNCA, nunca te hundas"Y es verdad que no debería hundirme, pero a todo objeto al que le acaba faltando una pieza, acaba hundiéndose, sintiéndose incompletos, incluso débil...