A la amiga que no tengo

Querida amiga/o

Hoy quiero compartir contigo mis inseguridades. Sí, así es, todos tenemos inseguridades. Sé que tú también y es normal o bueno eso dicen. Pero solo yo sé lo que es despertarse a diario odiando cada parte de ti.

Si lo primero es el cuerpo, porque todo comienza por lo físico. La celulitis, los kilos de más, las estrías, que tengo los ojos muy grandes, que mis piernas son muy anchas, que soy muy bajita, que no tengo la quijada definida. Una imperfección tras otra. Lo peor es cuando no solo eres tú la que lo nota, todos los saben y ahí viene lo que más duele, cuando te lo recuerdan. Puedo estar teniendo el mejor día de mi vida pero siempre llega alguien que me recuerda una de esas imperfecciones y lo daña. Es que no saben lo que duele que en vez de ver las cosas buenas que tienes vean lo malo.

Mi inseguridad como mujer, siento que no le gusto a nadie, no soy lo suficiente atractiva. Lo sé, seguramente me dirás que si lo soy y que muchos hombres gustan de mi. Pero, yo soy la que veo a mi alrededor y solo vean como las miran a todas menos a mi. Aquellos hombres a los que he querido o me han gustado nunca me han prestado atención. ¿Tan fea soy?

Sigo con lo insegura que soy de mi conocimiento, estudio frecuentemente, tengo unas excelentes notas, tengo una beca, todos los profesores me felicitan y todos esperan tanto de mi. Pero ahí está ese gusanillo interno que siempre me dice que no puedo, que no soy capaz, que no sé nada, que no soy buena. Siempre me pregunto ¿seré buena en mi trabajo, seré exitosa algún día? Quiero creer que sí, quiero creer que todas mis inseguridades están solo en mi cabeza y que no son reales.

Amiga sé que no te conozco aún, pero necesito una palabra de aliento. Necesito que me de confianza y me digas que todo es una ilusión de mi mente y que es mentira. Dime que todo estará bien y que seré muy feliz. O simplemente quédate a mi lado y dame un abrazo.

Espero tu respuesta pronto.

Con cariño,

La amiga que aún no tienes.