Narra _____:
Iba caminando por los pasillos, sola. Sintiendo la brisa de verano en mi rostro y eso significaba el final de las clases. Iba saludando a las personas que se despedían por tres meses con una simple sonrisa y un gesto con mi mano. No podía esperar más para poder llegar a mi casa, plantar mi trasero en la cama y leer un libro. Estaba ansiosa porque eso suceda...
-______- me llamo una compañera de clases, una de esas chicas que nunca paran de hablarte bien pero cuando tu no estas dice todo lo malo que puede de ti, cosas que ni tu sabías
-¡Leila!- salude sorprendida pero amargamente a la vez
-¡Te extrañaré mucho ______, que te vaya bien en Irlanda y espero que a tu hermano le vaya bien en su intercambio!- dijo abrazándome, y si, como ella dijo. Mi hermano mayor, Luke. Este verano fue seleccionado para un intercambio en Irlanda pero como mamá y papá querían viajar también, decidieron hacer un viaje familiar... Del cual yo participaría involuntariamente.
-Gracias Leil- dije soltándome lentamente- igualmente para ti
-¡Nos vemos!- y se alejo gracias al cielo. Caminando hacia la salida, un mensaje encendió la pantalla de mi teléfono; *mamá: _____ ¿Demoras? estoy afuera, apúrate* rodando mis ojos, aceleré el paso ignorando a los demás quienes también me ignoraban a mí. Al salir, estaba la camioneta de mamá. Al subirme solté un largo suspiro y apoye mi brazo contra la puerta
-¿Que te sucede? tu siempre con tu mal humor- hablo mamá mientras encendía el motor suspirando- debes alegrarte cariño, salimos de vacaciones
-¡Si!- gritó mi hermano menor, Matt- anímate _____, iremos a Irlanda en unos días, jugaremos futbol y comeremos mucho- yo reí silenciosamente ante lo que mi pequeño hermano de 12 años acababa de decir.
-Okay, haré lo que pueda mamá- dije dirigiéndole una sonrisa falsa, de la cual ella contestó con una mirada amarga, sin importancia.
Al llegar a casa, fue lo mismo de siempre, salude pero nadie contesto, así que sin importancia subí a mi habitación, en donde encendí la música, abrí mi laptop, me eche en la cama y abrí mi libro mientras colocaba mis lentes. Ese libro era mi vida, era mi mejor amigo, el si me entendía, en el me sentía mejor que en mi vida. Aquí yo solo tenía a mi familia a la cual siempre le hacía favores pero no hacían nada por mi, con ellos no estaba cómoda, ellos no me entendían y allí, en el libro, todos eran como yo y me entendían. Extraño ¿no? que mi vida en los libros sea más interesante que mi vida real. Odiaba mi vida. Vivía prisionera, esa era la palabra. Prisionera en mis propios sentimientos, con el simple miedo de decepcionar a los demás.
-______-llamó Luke desde afuera tocando mi puerta. Dejando el libro abierto, de un salto estaba enfrente a la puerta y la abrí sin ningún problema
-¿Que sucede Luke?- pregunté suspirando y soltando una sonrisa entre el suspiro
-Vayamos a comer- me devolvió la sonrisa solo que la de él era sincera, la mía solamente era una mueca. Saliendo de la habitación cerrando la puerta detrás de mi.
Al sentarme en la mesa, tomé la fuente de fideos y comencé a servirme bastantes
