Capítulo 29 (Fantasmas del pasado)

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Tan pronto Lu llega a casa de Brian, él la jaló hacia él para besarla, pero puso sus manos sobre su pecho y lo empuja levemente hacia atrás.

-¿Qué pasa?

-Tenemos que hablar.

-La vez pasada hablamos y juro que te conté todo.

-No, de eso no -molesta- de aquello que jamás me dijiste recién que nos conocimos.

-¿A qué te refieres? –tratando de hacerse el desentendido-

-De tu actitud recién que nos conocimos.

-Por favor Lu ese ya es pasado y ahí se debe quedar ¿Por qué quieres desenterrarlo?

-No se me hace justo que a Denisse si se lo hayas contado y a mí no – Lu protesto.

-Te diré el porqué, con ella ya he estado mucho tiempo, contigo no fue así y aparte contigo todo fue distinto, solo quería conocerte, tener una nueva vida sin los fantasmas del pasado y que tú me conocieras a mí así, quería solo estar contigo sin que importara nada más.

-Pero también hubo tiempo para hacer crecer la confianza.

-Según veo lo único que te molesta es que a ella si se lo conté y a ti no.

Lo que dijo era convincente pero igual no estaba conforme, entonces Brian solo suspiro y comenzó a hablar.

-Bien, todo empezó desde que era muy joven, de hecho desde mi infancia conocí a una chica de mi edad, su familia y la mía eran amigos y ella y yo crecimos juntos, en mi adolescencia me di cuenta de que estaba perdidamente enamorado de ella, sin dudarlo le entregue mi corazón pero ella dejo en claro que yo no le interesaba, ella anduvo con otro chico pero él la forzó a tener relaciones y ella lo dejo, entonces busco consuelo en mí y al final logre que me amará, lo cual fue mala idea porque ella realmente nunca me amo, me hizo creer que así era.

Su voz se quebraba e hizo una pausa, Lu toma su mano y él continuo contándole su historia.

-Como te dije, le entregue mi corazón y no solo eso, también mi cuerpo, mi alma, mi vida, mis ilusiones, todo para que al final ella me diera una puñalada por la espalda, descubrí que me era infiel no con uno, si no con varios, esa fue mi derrota en el amor, por eso huí, por qué ella hipócritamente llegaba a mi casa de visita y me hacía caer en sus más oscuros deseos, me utilizaba.

Lo escuchaba atentamente y no pudo evitar que se le saliera una lágrima.

-No digas más, me queda todo claro

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