El ángel qué se hizo hombre

115 12 2
                                    

Y el Cuervo dijo: "Nunca más."

E. A. Poe
El Cuervo



Fue una vez, hace muchos años.

Vivía en el cielo, un ángel que desde los primeros tiempos, pasaba su eternidad observando a la raza humana desde el Cielo.
Con el tiempo, el ángel empezó a apreciar a la raza humana. Impresionado por las ideas que tenían los humanos. Le impresionaba la inventiva que ellos tenían, como lograban crear artefactos para sobrevivir y entretenerse.
El ángel podía entender la imaginación y la inteligencia humana, pero no podía entender el corazón humano. No podía entender por qué sus ojos se humedecían, por qué elegían a alguien para que los acompañe el resto de su existencia y sobre todo, no podía entender los deseos carnales que los dominaban.
El ángel amaba tanto la raza humana, que deseó abandonar el cielo para estar entre ellos.

El ángel sabía lo que arriesgaba. Sus hermanos le dijeron que si abandonaba el paraíso una vez, no volvería jamás. Pero a él no le importó.

Un día, bajó a la Tierra. Encontrándose con un páramo desértico. Sus grandes alas, arrastrándolas por el piso.
El ángel caminó por varios días y noches, llegó un pequeño pueblo. Los humanos de allí, estaban ocupados en sus vidas para prestarle atención al ángel, pero cuando lo hicieron, se sintieron atemorizados.
El ángel estuvo desconcertado por el miedo de los hombres y de las mujeres, sus miradas de desaprobación.

Entonces, el ángel supo que ser humano no sería tan fácil como pensaba desde el principio. Y a donde quiera que fuera, era rechazado por quienes amó en primer lugar.
No importaba cuánto caminara sobre la tierra, no importaba cuánto caminara bajo las estrellas, no importaba cuánto el sol le quemara la piel o la lluvia lo empapara por completo; aún así, no podía derramar agua salada de los ojos, no podía querer compartir su mortal existencia con otro mortal, no podía sentir deseó carnal. Solo sabía que a quienes amó lo rechazaban y que estaría solo.

Sus hermanos volverían aceptarlo? Su padre lo perdonaría como lo hace con los hombres cuando cometen el mal, siendo el ahora hombre y no haber pecado en absoluto?
Pero aún no se rendía.
Y ángel no se daba cuánta, que la determinación es una cualidad humana.

Un día, mientras caminaba solitario, pasó por su cabeza una idea: Si me deshago de mis alas, los humanos me aceptarán y yo seré virtuoso  cuando me acepten.
Y así, el ángel llegó a la ciudad siguiente, donde habían muchos mercaderes.
El serafín caminó por el bazar, sus enormes alas tapadas por una capucha. Sin embargo, sus alas no pasaron desapercibidas por un hombre muy viejo.
Ese hombre, le propuso comprar sus alas. A cambio, le daría una recompensa.
Cuál sería la recompensa, preguntó con curiosidad el ángel.
Con el tiempo, lo sabrás. Esa fue sus única respuesta. La fortuna llegará cuando menos te lo esperes.

El ángel se despojó de sus alas, como si fuera tela que cubre  cuerpo. Nunca volvió a ver a las alas y al viejo.

El tiempo había transcurrido y ángel seguía sin ser por completo hombre. Vivió penas y alegrías, pero no era como las criaturas que amaba.
Aún sin alas, no era por completo un hombre.
Durante su odisea a la que consideraba eterna, llegó a una pequeña casa. Allí, había una mujer y ángel sintió algo en su pecho.
Había sentido miedo, hambre, sed y tristeza. Pero lo que hacía que su corazón se saliera del pecho, podía ser lo que llamamos amor?
El ángel se acercó a la mujer y ambos se sonrieron.

Desde ahí, el ángel aprendió lo que el quería al llegar a la Tierra.

Hombres y ángeles, olvidaron con los siglos esta historia.
Pero los que lo conocieron, nunca olvidaron al ángel que se hizo hombre.

Fin

El Ángel Que Se Hizo HombreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora