4.5.6

2.3K 307 61
                                        



IV.


Nunca nadie se relacionó el apellido Do con el nombre de Baekhyun. Aquella figura permanecería en la memoria de Kyungsoo como la primera experiencia refrescante y liberadora de ese ser oscuro en su interior, no de esa voz insistente, no de Jongin, no—de él mismo. Se despertaría algunas noches con la respiración faltando en sus pulmones y un peculiar sentimiento en la boca de su estómago, como un cosquilleo, y la imagen de los ojos de Baekhyun como su único recuerdo grabado de un sueño probablemente desquiciado y repugnante, la frialdad de ellos, la falta de aquel brillo grabado ardientemente tras sus párpados. No se daba cuenta que le gustaban, le encantaban los ojos exánimes de Baekhyun porque de cierta forma había cierta relación con los suyos.

Sin embargo algo así no volvió a ocurrir, ni tampoco volvió a escuchar a Jongin, al menos no durante el resto del año y hasta que se encontró estudiando solo, nuevamente, formulas inútiles matemáticas y la punta afilada de un lápiz siendo apuntado por su propia mano a uno de sus ojos, preguntándose si sería muy doloroso atravesarla por su globo, si habría más líquido limpio o sangre sucia saliendo más rápido, si el dolor o la satisfacción de comenzar a desaparecer sería mayor—Es tentador—susurraron en su oído. No lo admitiría nunca, pero había extrañado la compañía enfermiza de Jongin en su cabeza. Una media sonrisa se formó en sus labios.

Es tentador, ¿no es así, precioso?

—Jongin...

Te gusta que esté aquí, hablándote solo a ti, ¿no es así? —Kyungsoo permanece en silencio, otorgando. —Quieres intentarlo de nuevo. Lo sabes.

Y el pensamiento no lo volvería a abandonar.

En la universidad era diferente que al instituto, nadie ponía realmente atención a nadie, no había rumores, no había murmuros de él ni miradas juzgantes o temerosas arrojadas a su espalda. Era fácil hacerse una nueva imagen, una totalmente diferente, una de alguien normal a su edad que podría engañar a todos, escondiéndose tras gafas grandes y zapatillas casuales, chaquetas nuevas y cabello corto, un perfume masculino y una sonrisa amable. Cuando Do Kyungsoo de pronto volvió de un fin de semana como alguien totalmente cambiado, nadie lo supo, porque nadie lo conocía, no había una sola voz que lo desmintiera o pusiera en duda. Los jóvenes eran demasiado fáciles de manipular y danzaban a su alrededor como muñecos con finos pero gruesos hilos de pescar atados a sus dedos.

Era tan solo un rostro nuevo entre cientos de otros, una voz clara y baja que de pronto se uniría a un club de lectura e inventaría pasiones que no habría, anécdotas joviales que no existían en absoluto. Habría hombres que lo invitarían a las fiestas y se reirían estruendosamente a su lado, y habría mujeres volteándose a mirarlo y saludándolo cuando se cruzaban con él; arreglando su cabello algunas y otras exhibiendo más el pecho o actuando estúpidamente, con esa voz aguda que lo hacía sentir enfermo.

Pasaron un par de meses así, sin sospechar ni por un segundo, que esa imagen era tan solo el disfraz de oveja más perfectamente concebido, por la bestia más cruel del lugar.



V.


La primera novia de Kyungsoo se llamó Kim Sohyun.

Kyungsoo no podría encontrar a otra mujer más insegura, nerviosa e ingenua como ella. Por eso la escogió, era bonita, pero nada especial para él, no era el amor de su vida como le murmuraba luego de besarla despacio en los labios, ni estaba enamorado de ella como le escribía en la tarjeta de las flores que le entregaba semanalmente. Estar en una relación así y seguir manteniendo apariencias era desgastante, le repugnaba el mero hecho de tener que tocarla, pero necesitaba ganarse la confianza absoluta de esa mujercilla que conoció en el club de lectura y que le llamó la atención por la torpeza de sus maneras. Jongin no dejaría de molestarlo relatando posibles escenarios durante la noche, como si planease el trabajo por él, con cada lúcido detalle de cómo hacerlo y lograr tener la más pura de las coartadas. Durante ese año Kyungsoo logró convertirse en el modelo del hombre perfecto, que lograba amigos fácilmente, un caballero con las damas, un buen oído confidente, alabado por su inteligencia y querido y respetado por quien cruzara palabra con él.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Feb 27, 2017 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Necro; Kaisoo HIATUSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora