10:22 de la noche. Dicen que el "te quiero" más sincero llega sin esperarlo, y... ¡Maldita sea! ¡Es cierto! Tan cierto como tus besos y tan lleno como esa luna aquella noche. Debo informarte que mi amor es frío e incierto, sorpresivo en algunos casos, intrigante pero cautivador y muy raras veces empalagoso como la miel. Mis caricias no siempre serán dulces, ni siempre tendré ganas de recorrer el mundo, no siempre querré abrazarte ni llamarte corazón.
Sin embargo debe usted saber que derritió 2 barreras de mi corazón, de esas que ni el calor de mil amores pasa. Pero ahora usted déjeme ameritarle que logró hacer ese trabajo con el calor de un sólo amor.
Ahora le digo que se convirtió en mi café de las mañanas, en ese abrazo acogedor de buenas noches; se convirtió en mi sonrisa repentina y mis ganas de escribir, es a ti amado mío a quien dedico estas letras y suspiros, es en tus brazos donde ahora yo descanso, he me aquí recorriendo tu piel con la yema de mis dedos, vaya manía mía el querer contar las explosiones de tu piel.
¿Quién lo diría? Que terminaría dedicando te mi tiempo y mis mejores versos.
