ιm fine ☻ || Hopekook

Ω 2/2

Hoseok acarició suavemente la cabeza de Jungkook, mientras lo mecía en sus brazos.

-Tu eres especial Jungkook- dijo inocentemente.-Eres lo mas hermoso que mis ojos han visto, tu sonrisa tiene un brillo que opaca todas las estrellas dejandolas como simples puntos de luz insignificantes.- fijó su mirada en los aguados ojos del menor.

-H-Hyung- sus mejillas ardían por la timides, nunca nadie la había dedicado tan bellas palabras, pero sentía que Hoseok mentía, después de todo el era una horrible rata de alcantarilla.-No m-mienta Hyung, esa descripción encaja con usted, porque la g-gente no opina lo m-mismo de mi.- su ojos no paraban de soltar lágrimas, estaban irritados e hinchados.

Los dedos de Hoseok se deslizaron suavemente por el rostro del menor, limpiandole sus lagrimas, acariciando sus mejillas rosadas, en su vida recordaba haber tocado una piel tan suave y delicada, le provocaba una sensación agradable al estómago.

-Las personas muchas veces tienden a menospreciar cosas por envidia, dicen muchas cosas sin sentido solo para hacer sentir mal al otro. Jungkook- sus ojos brillosos se posaron sobre los del menor, el se pregunto como es que nunca se ha dado cuenta de lo hermosos que son los ojos de su mayor- a mi me han dicho cosas horribles, solo para hacer que me sienta mal, pero yo ignore toda esa basura y me dediqué a escuchar solo a las personas que me apoyaban y no criticaban. No prestes atención a gente que solo quiere verte sufrir, no les des el gusto de lastimarte, no más.-

Tomo con cuidado el huesudo rostro de Jungkook, acortando cada vez más el espació que existía entre ellos, para poder besar sus pálidos y agrietados labios.
Hoseok nunca supo cuando fue que empezó a sentirse atraído por el menor, pero si sabe que no quiere que alguien vuelva a derrumbar a su menor. Nunca más.

El beso era tierno, inocente y dulce. Jungkook acomodó sus  brazos delgados alrededor del cuello de su hyung, mientras que el otro acariciaba sus mejillas tranquilamente.
El menor penso que los labios de Hoseok eran la cosa más dulce que había provado en su corta vida, sintió una calma recorrerle todo el cuerpo.
Sintió ese vacío llenarse poco a poco con cada caricia que recibía.

Y fue cuando comprendio que lo que necesitaba durante todo este tiempo no era atraer a personas por tener el cuerpo perfecto, sino alguien que lo quiera tal cual era, con sus defectos y virtudes.

Pero algo en el se sentía mal, despues de todo, sentia un desprecio gigante hacia el mismo, Hoseok no merecía estar con alguien como el, merecia mucho más, un enfermo mental asqueroso no merecía ser querido por un ángel.

Se separó repentinamente de Hoseok, con el rostro sonrojado, mirándolo con culpa.

-Hoseok hy-hyung, yo lo a-aprecio mucho p-pero- se sentó en el borde de la cama- no tiene porque estar con una cosa como yo. Usted se merece más de lo q-que yo pu-puedo dar- soltó un par de lágrimas, limpiandolas inmediatamente, para luego acostarse en la cama y darle la espalda a su hyung.

Cerró fuertemente los ojos, esperando que todos sus problemas desaparecieran, para adentrarse en su mundo donde unicamente existían cosas buenas, no el rechazo y el temor.
Pero sintió el colchón undirse a su costado, y unos brazos que envolvían su cintura.

-Tu eres mas que eso Jungkook, eres la persona que me hace feliz, que solo con dedicarme una mirada da vuelta mi mundo por completo y llena mi cuerpo de extrañas sensaciones. Se que es difícil para ti, enfrentar tus problemas por ti solo,- dio vuelta lentamente al menor, tomando su rostro con sus manos, para poder ver lo directamente a los ojos- pero dejame que intente poder hacerte sonreir, dejame expresar todo el amor que siento por ti, dejame hacerte olvidar tus problemas con caricias, dejame poder consolarte en las noches cuantas veces lo necesites, escucharte hasta el último momento para que te puedas desahogar por completo.
Dejame ayudarte.- dijo, para luego, rozar los finos labios del menor, esos que lo traían loco, que siempre soño con probarlos, y ahora lo volveria a hacer.

Acarició el cabello opacó de Jungkook con delicadeza, moviendo lentamente los labios, mientras el menor acariciaba la nuca de Hoseok, sintiéndose completo por segunda vez.
Era un beso lleno de sentimientos, inocencia y dulzura, del cual ninguno queria separarse. Pero el oxígeno les estaba haciendo falta.

Hoseok acarició la espalda de Jungkook, sintiendo los huesos de la columna, pensando en lo tonto que fue por no haber tratado de ayudar al menor antes, pero juró que haría lo imposible para que su conejito volviera a brillar como antes.

-Hoseok- susurro el menor mirandolo con un tierno sonrojo en sus mejillas, mientras juntaba sus frentes- Por favor, reparame.

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