Veinte

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Justin

Fuimos directamente al despacho que nos tenían preparado, no perdimos ni un mísero minuto porque podía ser valioso. La información que nos había dado aquel tipo había sido muy importante, nos dio nombres y lugares, nos dio toda la información que debíamos saber a cambio de que él tenga algo de protección.

Necesitaba ir a arrancarle la cabeza a esos imbéciles, necesitaba hacerlo por Arabella, por Clarissa, por Benjamín, por Camilo, por todas las chicas y sus familias, las cuales les prometí que traería a sus hijas a salvo, y lo voy a cumplir, lo tengo que cumplir. No hay espacio para equivocaciones, para errores, para nada; todo debe salir a la perfección tal como lo planeamos.

Mandamos al mismo tipo esa noche al club, como siempre lo hacía. Colocamos una pequeña cámara en su traje para así observar el lugar antes de iniciar con el plan. Ya íbamos de camino con todo el equipo que trabaja con nosotros, incluso ya estábamos listos y vestidos para atacar si era necesario. Por la cámara lograbamos ver a las chicas que paseaban por ahí, algunos de los hombres que trabajan para Chantal, a los policías que tantas veces le pedimos ayuda y siempre fue negada... Veíamos todo, menos a Arabella y su amiga.

—Tenemos a todas en la lista, pero faltan dos.

—¿Quienes?.

—Arabella y Clarissa —mire a Mark quien estaba a mi lado cargando su arma.

—Deben estar en las habitaciones si no están por ahí —pensar en que puedan estar con algún hombre metidas en las habitaciones, me hace revolver el estómago— Justin... —susurro más cerca de mi— las vamos a encontrar, amigo. Ahora concéntrate en rescatarlas a todas y mandar a la cárcel a éstos hijos de puta.

Solté un suspiro mientras asentía mirando hacia Mark, los nervios me carcomían y las ganas de estar ahí y atacar se me hacían insoportables.

El lugar donde estaba el nuevo club era bastante alejado de la ciudad, tuvimos que estar arriba de esas camionetas al rededor de tres horas pasando todos los límites de velocidad. Paramos a un par de kilómetros y el resto del recorrido sería totalmente a pie. Habían varios edificios a medio terminar por lo cual nos fue fácil poder escondernos y ver todo desde lejos. Comenzamos a escabullirnos entre los edificios que habían hasta estar los más cerca posible de donde era nuestro objetivo.

Dimos la orden y corrimos hasta los guardias que estaban armados al rededor del edificio y logramos reducir a varios, los disparos iban de un lado al otro dejando a algunos de mis compañeros tirados en el suelo con heridas en piernas y brazos.

—¡Vamos, vamos! —grite abriéndome paso entre todos para llegar a dónde se juntaba toda la gente que iba.

Se sienten más ruidos de balas al entrar y el griterío del que parecía un centenar de personas. Las chicas corrían a esconderse detrás de la barra o en dónde vieran que era más conveniente. El lugar era un completo caos. Varios agentes tenían inmovilizados a algunos hombres y los comenzaban a llevar a las camionetas para ser arrestados. Vi bajar por las escaleras a la mujer que siempre estaba aquí, Chantal. Su rostro estaba totalmente relajado, como si el ser arrestada no le importara en los más mínimo. Cuando sus ojos chocaron con los míos, sentí mi sangre hervir, pasó junto a mi y miró al frente ignorandome completamente. No me reconoció, ya que iba con casco, antiparras policiales y traía cubierta la boca.

Revisamos el local de extremo a extremo, de arriba abajo  y juntamos a todas las chicas en el salón principal, pero algo estaba mal. Algo estaba muy mal.

Arabella y Clarissa no estaban por ningún lado.

Mark me observó y se sacó el casco y todo lo que traía puesto en el rostro, yo lo imite y pasé las manos por mi cabello mientras tiraba de él con evidente frustración. Miré a las chicas, quiénes estaban sorprendidas. Era cliente frecuente junto con Mark y ahora vernos aquí, para ellas era muy extraño.

Dollhouse (Terminada - SIN EDITAR)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora