MY GUARDIAN FOREVER

DIJISTE QUE SIEMPRE ME PROTEGERÍAS

CAPÍTULO: 3

El clima de la madrugada era fresco. Por la pequeña ventana cabían rayos de sol que tocaban delicadamente la piel de los amantes. Los pájaros cantaban después de un tiempo que no lo hacían.

Luhan se encontraba recostado a un lado de Minseok. Minseok se escondía entre los brazos de su guardián plácidamente. Ambos desnudos, sin nada que les estorbara para sentir la calidez de su cuerpo uno junto al otro.

Minseok abría sus ojos lentamente. Cuando miro a su guardián abrazándolo aun dormido se quedó impresionado del gusto de que nada había sido un sueño. Trato de no moverse pero su cuerpo era muy feliz. El cuerpo de Luhan no estaba completamente cubierto así que Minseok tuvo la oportunidad de ver sus musculosas y blancas piernas.

"Luhan, tú en verdad tienes todo en su lugar..." dijo susurrando labio a labio a Luhan.

Si, sus labios estaban juntos sin besarse y Minseok disfrutaba eso.

"¿Sabes cuantas cosas te haría ahorita que estas así de indefenso?" Siguió burlando del durmiente Luhan.

"Hazme lo que quieras..."

Minseok abrió un poco su boca de la impresión y cuando algún sonido estaba por salir de su boca Luhan junto sus labios de verdad con los de él y comenzaron a besarse con la misma pasión que hubo esa noche.

Volvían a gemir a pesar de que no hubo penetración, el simple hecho de que sus cuerpos estuvieran juntos y desnudos ya los excitaba demasiado.

"Perdóname si te lastime..." Dijo Luhan acariciando la mejilla de Minseok y mirando sus ojos dulcemente.

"No importa... fue mucho más agradable créeme... ¿algún día lo puedo intentar yo?" Dijo Minseok con esperanzas

"Pero Minseok... yo... yo no podría permitirlo, no, yo no... déjame ser el que lo haga por favor..." Luhan era muy varonil a pesar de todo....

A Minseok no le gusto la respuesta pero lo dejo pasar.

Comenzaron a vestirse de nuevo, no quería correr el riesgo de que alguien los mirara así.

"Luhan, no sabía que a ti también te gustaran los hombres..."

"Yo tampoco lo sabía... pero llegaste tú y creo que es lo mejor que pudo pasar..."

"¡Luhan! ¡Las cosas que dices siempre me hacen sentir avergonzado!"

Los dos rieron y terminaron por cambiarse. Solo una noche. Todo parecía ser pacifico. Quizá lo más pacífico que pasarían ahora.

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Era la madrugada del siguiente día desde lo que paso con el guardián. Minseok esta vez durmió placenteramente pero sin Luhan, ya que esa noche su padre si se encontraba en casa.

Pero a pesar de su buen sueño un tumulto y ruido gobernaba la casa.

A Minseok le pareció extraño que Luhan no estuviera parado de inmediato a su lado y no tuvo más remedio que salir de su cuarto.

La luz de las velas estaban centradas en el fondo, al parecer en el centro del palacio. Minseok caminaba despacio, había salido en su bata blanca y sin zapatos. Algo sentía en su pecho que no iba a estar tranquilo si no iba a ver.

Mientras más se acercaba más sospechoso era. Nunca había visto algo así.

Su corazón seguía latiendo... seguía latiendo...

LUHAN!

"Padre ¿que esta pasando aquí?"

Minseok había entrado al borde del espanto cuando miro a todos los soldados rodeando a Luhan que estaba semidesnudo tirado en el suelo mientras el gobernador y compañía lo rodeaban