Capitulo 1

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No sé a dónde iré, no tengo idea de quién fui y tengo miedo a saltar...
Estoy en la línea entre la esperanza y lo desconocido, lo único bueno que podría pasarme ahora es despertar de este horrible sueño.

Con el sonido de el piano no puedo escuchar los desgarradores gritos de la multitud que espera a que ese salto se decida.
Yo no me suicidaría por nada en el mundo, y aún no puedo comprender el extraordinario frío que siento en este oscuro verano.
Puedo lograr distinguir todo en gris y un familiar viéndome a la cara.

La lluvia cae en mi mente de la manera más suave posible, y cada contacto que hago con el mundo me lastima de una manera indescriptible.

-Este eres tú , y este a sido tu momento de gloria- Susurró una voz grave , tétrica y dominante de entre las teclas bajas de el piano.

-Dios mío!, Por qué veo todo gris?, Que eres? Déjame tomar el control de nuevo!-Gritó mi subconsciente confundido por la situación extraña mientras yo daba un paso a la izquierda



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Mosiah: Johnny! , estoy aquí! , pásame el frisbee!

Johnny: Jajajajaj no me toques Sej , quedamos en que me verías lanzarlo y sin peleas

Ralf: Pero eso es trampa!, yo no podría pasarte el frisbee desde esta distancia!

Isaac: Tranquilos chicos, Johnny es fuerte, el podría pasarles el disco giratorio desde la sima de el árbol más alto de este sitio

Ralf: El que está ahi?!

Isaac: Claramente el que está ahí

Johnny: Oigan, yo no soy tan fuerte, dejen de charlar porque necesitamos ganar el juego antes de que esté el almuerzo!

Ralf: De igual modo el campo es muy grande para jugar; lánzalo ya que me estoy quemando!

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-Eso ha sido un trueno?!-
No entendía nada de lo que estaba pasando, estaba parado en un enorme salón oscuro color gris, junto a una persona totalmente negra sentada en la esquina de un piano, tenía un collar morado en el pie izquierdo, dos dibujos que parecían hechos por niños de preescolar, un anillo de matrimonio en el meñique, una lapicera negra con azul, sándwiches en forma de triángulo, una billetera color café y un paraguas negro.

De alguna manera esos objetos hacían que sintiera que ese hombre de negro era yo mismo, pero era tan descabellado como el echo de que me encontrara en ese sitio ahora mismo.

-Si le quieres llamar trueno, por mi está bien-Dijo el hombre con un tono burlón

-Si eso acaso no es un trueno, no veo la explicación lógica de lo que podría hacer.
No sería mejor que tú me expliques que es?-
Trataba de encontrar respuestas a mis miles de interrogantes, pero el hombre parecía limitarse a responderme cosas básicas.

-Vamos, tengo que mostrarte otra cosa.

Entre la esperanza y la tempestad Where stories live. Discover now