━━ Pokémon x Reader! ❀ One Shots

(Trevor x Reader) [Coffee]

PEDIDO POR: Armin_Arlert_Neko

¡Muy buenas!
Ha pasado largo tiempo desde que actualicé, ah, ¡mi más sinceras disculpas por la gran tardanza!
En serio, me disculpo muchísimo, ya que es como si hubiera dejado abandonado este libro, y bueno, es porque he estado ocupada con la escuela y además, las ideas no me llegaban. ¡Qué frustante todo!
Well, en esta ocasión les traigo un Trevor x Reader que debía desde hacía tiempo. ¡Espero que sea de su agrado!
Por cierto, esto pasa años después de los acontecimientos en Kalos.

(P/F)= Pokémon Favorito.

Sin más que decirles, ¡empezemos!

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Beep beep beep.

La alrma comenzó a sonar, eran las seis con treinta de la mañana.

Abriste los ojos con dificultad mientras bostezabas. Te sentaste al borde de la cama y apagaste la alarma del reloj.

Dentro de treinta minutos empezaba tu turno en el Café Soleil, en Ciudad Luminalia. Trabajabas como mesera de medio tiempo, en la mañana ibas al café, y en la tarde ibas a la universidad.
Estabas planeando en convertirte en fotógrafa profesional, no solo para fotografiar a las personas, si no también a los Pokémon.

Tomaste un baño rápido, saliste de tu cuarto ya cambiada y bajaste las escaleras hacia la cocina.
Rápidamente pusiste el agua a hervir y te preparaste un desayuno suave, ya que en el café tus compañeros que se encargaban de la cocina, siempre te invitaban algo.

Tomaste un té de hierbas y comiste un pan en forma de (P/F), eran tus favoritos, ya que además de tener la silueta de pokémon preferido, su sabor era excepcional.

Una vez terminaste tu desayuno, te dirigiste hacia la calle y tomaste un taxi con dirección al Boulevard Sur.

Cuando llegaste a tu lugar de trabajo, te recibió una de tus mejores amigas, Serena, que también trabajaba allí. Una chica muy amigable, amable y generosa, de hermosa sonrisa, ojos azules y cabellos color miel. Sin duda, una maravillosa persona.

—¡_____! Buenos días, ¿cómo estás? —dijo ella abrazándote.

—¡Buenos días, Serena! Estoy súper bien, ¿qué me dices tú? —le sonreíste mientras le correspondías el abrazo.

—Genial como siempre. Vamos, debemos preparar las mesas antes que el café abra.

Las dos se dirigeron hasta detrás del mostrador, pues era allí donde guardaban sus cosas o encontraban artículos de limpieza en caso de emergencia.
De ahí sacaron unos trapos y comenzaron a limpiar y ordenar las mesas.

Una vez terminaron, se dirigieron hacia la cocina, donde se encontraban algunas personas preparando diferentes postres o dulces, y como ya se les ersa costumbre, les invitaron el desayuno.
Esta vez les tocó una infusión de bayas (raro, pero cierto), y una tostada de jamón con queso. Reaimente les quedó increíble.

Ya casi eran las siete de la mañana, hora en la que el café abría. Serena caminó hasta la puerta y volteó el cartel que decía “Cerrado”, para que por fuera se lea “Abierto”.