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"H y L"

-Cada uno de ellos se había tatuado la inicial del otro, sin darse cuenta que aquello no era para siempre-

Harry y Louis eran novios hacia ya varios años, se querían a tal punto de que habían decidido mudarse juntos cuando ambos tenían diecinueve años. Eran jóvenes y aventureros, dos hijos únicos, consentidos de sus progenitores consiguieron que éstos les comprasen un departamento pequeño en el centro de la ciudad de Londres.

Aquel lugar era lúgubre y frío a simple vista, sus padres a pesar de haber accedido a comprar su nueva vivienda dijeron que los muchachos deberían de amueblarla y llevar a cabo las refacciones que sean necesarias. Obviamente accedieron y con el correr de los meses lo convirtieron en un lugar agradable, en su hogar. Con muebles antiguos comprados en tiendas de segunda mano, la cama que tenía Harry en su cuarto, el escritorio de Louis, libros de ambos, repisas, tazas que consiguieron de una tienda de artesanías, viejas sillas que rescataron de las casas de sus parientes, todo servía y lentamente parecía tener forma y lugar allí con ellos.

Las cuatro paredes se encontraban llenas de fotografías que Louis mismo había tomado y con cuadros de paisajes que Harry había pintado en sus ratos libres. Ambos amaban el arte con locura, pero Louis más que nada, Harry por el contrario siempre prefirió admirarlo, o simplemente practicarlo en algún rato libre que tenía luego de una mañana llena de estrés por la universidad o su trabajo de medio tiempo en una panadería. Tanto Harry como Louis tenían un trabajo bastante mundano, el rizado era estudiante de abogacía bastante reconocido a pesar de su corta edad, pero para pagar sus estudios tuvo que trabajar en una panadería a unas manzanas del departamento, por otro lado el castaño era más bien un espíritu libre, amaba leer, pintar, pero sobre todo, la fotografía, esa era su más gran pasión. Aunque no se dedicaba cien por ciento a ello sino que también trabajaba medio tiempo en una cafetería cercana a su hogar, bastante contrario a Harry ya que este debía tomarse un autobús para llegar a tiempo la mayoría de las veces porque se quedaba dormido, por suerte sus fines de semana permanecían juntos. Eran buenos tiempos, a pesar de todo.

Si Louis hubiera sabido que esos iban a ser sus años dorados hubiera huido con frenesí.

.....

"¿Sabes que fue lo peor de todo? Qué estaba totalmente convencido de que ibas a ser diferente, porque podíamos hablar desde una estupidez sin sentido hasta lo más serio del momento, porque podía tener una charla amena con alguien al que, según mi criterio, le interesaba.

Todo el tiempo estoy reprochandome, pensando a todo momento que hice mal para yo merecer tal trato, Harry. Y me duele ver lo equivocado que estaba con respecto a tu persona, me duele en el alma verte reflejado con todo lo que alguna vez odie en un ser humano.

Pero la peor parte es que nunca fue tu culpa, sino mia.

No puedo pretender que una persona quiera de manera recíproca, cuando no hay interés de por medio... Me arrepiento tanto de haberte dejado entrar en mi piel.

........

Años pasaron, los dos jóvenes habían crecido y dejaron atrás sus aspectos de niños para lucir más adultos, más maduros. Ambos ya con veintiocho años, con carreras terminadas, decidieron hacer lo que muchas parejas hacen. El típico cliché, hacerse tatuajes a juego. La brújula, el barco. La rosa, la daga.

Larry Stylinson [O.S] -Terminados.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora