Como empezó todo

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Ella:

A veces, perdemos toda fé.

Pensamos que lo hemos perdido todo, nos encerramos y dejamos de creer en muchas cosas

Cada quien deja de creer en lo que quiere

Yo deje de creer en el amor. En la familia y en la comprensión.

Yo, con solo 6 años, fui abandonada por mis propios padres y dejada en un internado para niñas por mis abuelos. Nadie me quería cerca, nadie me queria por nada.

Hasta que lo conocí

....

El:

Yo ya no creía en lo que nadie me decia, pense que estaba solo

Todo en el mundo parecía indicar que yo solo habia nacido para hacerle la vida imposible a las personas que me rodean.

Nací para estar solo, para no sentir absolutamente nada

A pesar de que yo era feliz, nada es lo que parece.

El rencor se apodera de todo aquel que decide sentirlo. Mi padre y mi madrastra, ni siquiera pueden respetar a mi madre, aun ya muerta

Y aun que esto parezca muy trágico, la verdad a mi me gusta mirar más haya del panorama... Y así pude verla a ella.

....

Narrador:

"¿Cómo te as sentido ultimamente, Sam?" pregunto la enfermera, sentandose de frente a la niña de 8 años, ella sin embargo, no contesto. Samantha nunca contestaba. Su pasado la persigue, y la dejo con un mutismo, que ella no puede controlar... Por más que lo intente.
"¿Estas lista para la exibición de coro en la escuela de los niños?" una pequeña sonrisa se le escapo a la niña, para luego regresar a su cara de siempre. Samantha podia no hablar, pero todos sabian que cantar le encantaba, y que lo hacia siempre que podia. Como si su mutismo desapareciera por completo, y la verguenza se le escapara, y la dejara volar con alas propias. Sí que su voz era algo inspirador, para las personas que tuvieran la suerte de escuchar a la pequeña niña.

Samantha salio del consultorio, y al salir, fue recibida por la maestra instructora del coro, le ofrecio la mano y la niña, temblorosa, se la dio.
"Vamos al ensayo, Sammy" le dijo la noble joven castaña y Sam, la miro con sus enormes ojos verde claro y asintío sonriendole. Para Samantha, esa joven, era la unica amiga que tenia.

La escuela de los niños. Así es como le llamaban a la escuela que se encontraba justo enfrente de esa. Ya que esa escuela era de puros varones. La unica diferencia, es que esa escuela no era un internado, pero estaba aliado al o  internado para niñas.

En el ensayo de coro, Samantha destacaba, era el unico momento del día en el que se le podía notar con una sonrisa. Se olvidaba todo, y podia ser una niña al fin. 

"Niñas! Mañana es el gran día! nos vamos a la escuela de los niños, y cantaremos para ellos" todas las niñas aplaudieron al anuncio, y Sam, no podia dejar de mover la cabeza, al ritmo de la cancion que cantarian. 

Ella pensaba que iria a cantar, y que se iria de esa escuela satisfecha por ello... Pero eso no fue todo. Le aguardaba algo en la escuela de los niños... Alguien la esperaba ahi, sin saber realmente que la esperaba.


Ella:

Recuerdo ese día de una manera tan exacta, que la verdad me da miedo.
Recuerdo despertar esa mañana, queriendo sentir anciosa y feliz. Pero muy lejos de eso, me sentia nerviosa, y temblaba como siempre... Pero esto era algo diferente

Normalmente yo no me ponia nerviosa al cantar, era algo que me encnataba hacer... Pero ese día sentía que algo pasaría.

Recuerdo llegar al auditorio de la escuela. Era muy pequeño, pero suficiente. Recuerdo al publico. Todos niños y algunas maestras. Lo recuerdo a el.

Canté, y la verdad es que lo disfrute.. A pesar de que tenia los ojos cerrados todo el tiempo. Y sentía que en cualquier momento las lagrimas se me salian. Me recuerdo cantando lo más salto que podia, para no escuchar mis pensamientos ... Recuerdo a todos callandose para solo escucharme a mi.  Cuando acabamos, nos dejaron salir a tomar aire al patio de los niños... Compartiriamos un recreo con los niños de la escuela. 

Todos los niños corrian y gritaban, se empujaban y jugaban. Mientras que las niñas hacian una filita para un desayuno que la escuela nos regalaria. Recuerdo tener el desayuno en mis manos, caminar por patio con destino a una banca... Y luego... Pasó

Narrador:

La niña dirigia su paso a una banca un poco alejada de todos. Iba tan concentrada en su camino, que enrealidad no se percato de todo lo que pasaba. Se detuvo un momento, aun no hay una explicación del por qué se detuvo exactamente. Pero solo bastaron segundos, para que un niño, rubio y de ojos claros, chocara con Samantha, espalda con espalda. El impulso no fue tanto como para que ella callera, pero si para que soltara lo que tenia en las manos. Toda su comida estaba en el piso. Ella volteo a ver al niño, y lejos de enojarse, solo lo miro, con los ojos llenos de lagrimas y una expresión entre triste y de culpa.

"Lo siento mucho!!" le dijo el niño, con esperanza de que eso detuviera las lagrimas. Pero la niña solo las solto, sin hacer nada de ruido
"Perdón!! En serio... No te ví niña..." le decia. 


El: 

No sabía que pasaba conmigo en ese momento... La cara de esa niña me conmovio, demasiado... Tanto, que sentía un nudo en la garganta. Cosa que hace años no sentía.
¿Por qué ella me importaba tanto? ¿Por qué me hacia sentir así? ¿Por qué me hacia.... Sentir...?

No entendia muy bien el momento, pero tenia que ayudarla, no podia dejarla ahi llorando, tenia que hacer algo por esos enormes ojos verdes, que solo soltaban lagrima tras lagrima. Y era mi culpa

Narrador:

Samantha y el niño solo se miraron algunos momentos. Pero luego el niño la tomo del brazo y le sonrio de lado

"Perdoname... Oye, ven, te dare mi desayuno.." le dijo, la jalo muy despacio y la llevo a un area donde habia mesas y más niños, comiendo. "Espera aquí" le dijo dejandola, aun llorando cerca de donde empezaba el area. El niño se acerco a la mesa, de unos muchisimo mayores a ellos, y le hablo a uno. Este solo saco un sandwich de una bolsa, y se lo dío. El niño regresó con Sam, y le ofrecio el sandwich

"Toma... ¿Me perdonas?" le dijo sonriendole. La niña asintió. y saco el sandwich de la bolsita donde estaba. "Comelo... Esta rico" le dijo y ella asintió, comiendo un poco.
Se limpio las lagrimas volvio a ver al niño
"¿Como te llamas? Yo me llamo Dante" le niña volteo a todos lados, se levanto un poco la manga del sueter azul obscuro y le enseño un brasalete dorado.
"S-Sa... Samantha" dijo el niño leyendo lo que decia "¿No hablas, Samantha?"
Ella nego con la cabeza. Respiro ondo e intento decirle algo, pero de su boca semi abierta, no salio nada.

Dante la miraba algo confundido.
"Oh... Oye, yo te conosco! Cantaste hace rato" le dijo, y Samantha muy sonriente asintio con su cabeza, emocionada de que la haya oido. "Cantaste muy bonito" le dijo Dante sonriendole también
"Bueno, oye... Aun que no puedas hablar, ¿crees que podamos ser amigos?" le dijo Samantha. Ella sonreía aun. Y lo sentía... Sentía muy necesario, decir algo para el. Asintío muy fuerte y luego de estar aprentando los puños un buen rato, y de arrugar la nariz, de su boca salio
"SSSS-SS-S-si.... D-DD-Dan...te" El sonrio y solto una pequeña risa. 
"Ya me tengo que ir Samantha" le dijo y le acaricio la cabeza, despeinandola "Adios" le dijo corriendo tras los niños que corrian a sus salones. Ella solo agito la mano en despedida. Miro el Sandwich, y volvío a sonreír
"Gracias Dante..." susurro, muy despacio para sí misma

Ella:

El me hizo hablar

El:

Ella me hizo sentir.

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⏰ Última actualización: Mar 01, 2017 ⏰

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