◀◀ : Rebobinar (Flashback)
➤: PLAY (Presente)〓 : Pausa (Continuará)
MISAKI ➤
Kusanagi le había dicho sobre las consecuencias del alcohol, y no es que sea un niño para que esas cosas le afectaran, pero el mayor sabía que Misaki era poco tolerante y le preocupaba. Ese día, se pasó un poco y decir poco se queda corto...no reconocía a su vanguardia.
—uuhg....— le dolía todo, cada parte de su cuerpo, era como si una locomotora le hubiera pasado encima y eso que apenas estaba regresando a la realidad. Abrió los ojos, pesados y ardían como nunca. La cabeza comenzó a girarle tan sólo sentir la luz ¿ya era de día? Esperó unos minutos para que su cuerpo le obedeciera y era que yacía boca abajo abrazando una almohada. Cuando pudo girar, suspiró teniendo la vista más clara. Pero, el lugar se le hacía familiar pero no le tomó importancia en esos momentos. Tenía que hacer algo con ese maldito dolor de cabeza. Fue entonces que intento incorporarse para tomar el reloj que siempre dejaba en su mesita de noche, la cual, no estaba. En su lugar yacía un buró en color negro que recordaba perfectamente a quien le pertenecía. La lámpara, el despertador, la maldita sábana... la cama.
—¡¿QUÉ MIERDA HA PASADO?! ¡¿POR QUÉ ESTOY EN EL DEPARTAMENTO DEL MONO?! — su cuerpo se tensó y por auto reflejo se cubrió hasta los ojos. Como si esa acción lo protegiera de su alrededor. Trató de calmarse y recordar pero el jodido dolor de cabeza comenzaba a ser molesto. Después de maldecir por un buen rato, decidió salir de la cama, no sabía si el azul estaba presente y antes de que regresara debía salir de ahí. Pero más tardó en pararse que en volver a caer en la cama. Toda su columna se tensó nuevamente al sentir un dolor en su zona baja. Sus mejillas y todo su rostro se coloraron cuando de la nada, un líquido viscoso comenzó a deslizarse por sus piernas y supo de inmediato de qué se trataba.
—¡MALDITO SARUHIKO! —
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—¿Por qué mierda tengo que ayudarles? —
—p-porque eres el más cercano a Fushimi y sabrás sus gustos, Yata-san— Misaki enarcó una ceja fulminándolos con la mirada. Los chicos tragaron saliva.
Por decisión propia, sus subordinados quisieron hacerle una fiesta de cumpleaños a su superior, sin embargo, no conocían sus gustos ni cómo es que Fushimi celebraba. A pesar de haber convivido durante bastante tiempo, ni uno se atrevió a cuestionarlo. Fue cuando a Andy; el más joven del grupo, se le ocurrió preguntar a su ex mejor amigo. Suponiendo que con la alianza entre clanes se haría más fácil.
Pero, preguntar no era el problema, sino que Yata aceptara ayudarles. Desde que iniciaron la conversación, Misaki se había negado rotundamente. Ni siquiera le había hablado para verse y ¿le festejaría, así como si nada? No. . no lo hará.
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Terminó de vestirse, no sin antes tomar un baño. Había tardado casi una hora y agradeció que el mono no haya llegado en ese tiempo. Su mente era un caos y sus mejillas no bajaban ese rojo que las pintaba, durante el baño tuvo lapsos de recuerdos y todos eran subidos de tono.
Quiso por última vez recordar cómo había llegado ahí, pero la imagen de Saruhiko besándole el cuello le llegó, al cerrar los ojos pudo ver claramente cómo es que el azul le penetraba sin reparos y él gemía su nombre aferrado a su cuerpo.
—¡Ahg! — se cubrió el rostro. Sus manos comenzaron a temblar. No fue un sueño, todo ocurrió realmente. Pero... si todo fue real ¿Por qué el idiota no estaba? ¿Su sentido del deber era acaso más fuerte? ¿no le importó dejarlo ahí desnudo? Chasqueó la lengua con enojo. Sabía que no debió tomar de más y que aquel tímido beso en la barra que inicio como un regalo se convirtió en esto.
—estúpido Saruhiko...— sinceramente le dolía. Le dolía sentirse usado.
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—¿por qué mierda no me has hablado? — Misaki decidió encararlo. Ya tenía una copa encima y también el valor para hablarle después de 10 minutos de observarlo llegar. Saruhiko se sorprendió bastante, no creyó que el rojo estuviera ahí, aunque sería algo ilógico, la fiesta era en el bar de Homra, y a pesar de que oyó que Misaki no se presentaría, decidió ir porque si no iba a enfrentarse al sermoneo del Capitán junto con el acoso de sus subordinados y no quería nada de eso.
—... No tenía las cosas claras...— respondió con la pereza de siempre. Misaki frunció el ceño y lo tomó de las ropas del cuello sacudiéndolo un poco.
—¿Qué no tenías las cosas claras? Si tú mismo dijiste que hablaríamos, idiota— Saruhiko se sintió acorralado. Era verdad.
—Tu tampoco me buscaste, enano— Misaki lo soltó con enojo y suspiró cambiando su rostro.
—...y-yo tenía miedo de que me rechazaras... o de que no contestaras, por eso esperé a que tú, miserable idiota, lo haga ¿Qué no dijiste que buscarías cómo hacer que hasta un idiota entendiera? — Fushimi quedó sorprendido por la sinceridad que emitía que suspiró con alivio y le regaló una pequeña sonrisa.
—ya lo dijiste, buscaría la manera...pero aun no la encuentro. Eres demasiado idiota Misaki — Ambos se miraron para después reír, aquello fue inesperado, pero había servido para acercarlos más.
—feliz cumpleaños, imbécil — Saruhiko carraspeó y antes de que pudiera responder, Misaki poso los labios sobre los del azul, de forma tan suave, dejando miles de sensaciones en los dos. Ambos se sonrojaron, más Misaki que no buscaba donde meter la cabeza y torpemente quiso escapar, pero Saruhiko le detuvo. Llevaba esperando ese momento y lo dejaría pasar tan fácil.
➤
Misaki tomó fuerza para dejar el departamento. No quería topárselo por nada del mundo o juraba que lo mataría ahí mismo. Todavía debía asimilar lo sucedido, porque si bien recuerda Saruhiko era quien había abusado de él... no más.
Tomó su skate y cerró tras sí. Iba por el pasillo hasta la salida cuando la puerta se abrió haciendo que parara de golpe. No tuvo tiempo ni de hablar ni moverse porque había quedado sorprendido.
—Misaki— frente a él estaba Saruhiko. Parecía que afuera había un torrencial pues lucia empapado y algo despeinado. Maldición no lo esperaba tan pronto. Frunció el ceño y decidió ignorarlo, pasar de largo, pero el brazo del más alto lo detuvo.
—está lloviendo a mares... además no puedes irte como así— porque también tenía sus dudas y no solo de lo que había ocurrido, sino también, sobre su relación.
—tch... ¡cállate!... ¡no me digas que hacer! — se soltó y dio unos pasos. Más el temblor en sus piernas lo traicionó y el dolor de cabeza aumento al verlo. Se apoyó en la pared recobrando el equilibrio. Saruhiko quiso ayudarlo pero le fue negada la ayuda.
—escucha Saruhiko... se lo que dirás... que todo fue un error y seguro recuerdas lo que paso, pero yo no y creo que es mejor...—
—lo recuerdo... y quiero tener la responsabilidad...— Porque Saruhiko se había cansado de esperar. Misaki giró sorprendido ¿Qué rayos le habían hecho al mono? Porque no esperaba esa respuesta, es más esperaba que lo sacara con sus burlas diarias y su cara apática e idiota pero no esas palabras que de cierta forma le hicieron callar. Bajó la mirada unos segundos, no estaba en posición para pelear. Recargó la espalda en la pared —... yo...— no estaba preparado para oírlo, pero quería hacerlo.
—voy a matarte—
Sí, porque ese líquido viscoso no llego solo ahí.
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HOLA!
Al fin capitulo nuevo! ¿Que le dira Saru a Misaki? jojojo
Lamento la tardanza, ando actualizando las cosas de mi lap ya que la otra la heredo mi madre y pues como saben debo quitar algunas cosas xDD. En fin, muchas gracias por leer, votar y comentar y realmente me da gusto que sea de su agrado esta pequeña historia. Debí terminarla antes pero bueno, cosas pasan.
Los amo <3
No vemos!
ESTÁS LEYENDO
¿QUE PASO EL 7 DE NOVIEMBRE?
HumorUna resaca, un dolor de cabeza y Misaki desnudo a su lado ¿Qué mierda paso?