¿QUE PASO EL 7 DE NOVIEMBRE?

3.-Entre recuerdos

◀◀ : Rebobinar (Flashback)
➤: PLAY (Presente)
〓 : Pausa (Continuará)

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La lluvia caía aun ms fuerte sobre la ciudad. Ni un alma caminaba en las banquetas o siquiera asomaba la cabeza. Poco a poco la heladez comenzaba a colarse por el departamento. Misaki yacía sentado a un extremo del largo sillón mientras que Saruhiko ocupaba el otro. El silencio era algo incómodo para ambos y sólo la lluvia se podía oir.

—... ¿Y bien? — fue Misaki quien decidió romper aquel tempano que se había creado. Sin mirar al azul continúo en su estado. Abrazaba sus piernas. Saruhiko lanzó un largo suspiro como meditando lo que estaba a punto de decir. Ciertamente los dos tenían algo que decir.

—Dime Misaki... lo que pasó en el bar— el aludido se tensó recordando el beso que se dieron, no, el beso que él le dio. Demonios no quería hablar de eso ahora porque no tenía las palabras para explicarle. Explicarle que hacía mucho tiempo sentía cosas extrañas por él, que sentía deseos de matar a quien se le acercara, que sentía tantas ganas de que le abrazara como los días de secundaria, que extrañaba todas esas situaciones que pasó con él.

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Justo cuando quiso escapar, Saruhiko se lo impidió. Su rostro estaba hecho un manejo de colores y no deseaba verlo pues explotaría de la vergüenza. Aún sentía los labios contra los suyos que hasta el alcohol se había bajado un poco.

—¡d-dejame idiota! — trató se safarse pero el azul siendo más fuerte lo jaló para sí haciendo que le mirase nuevamente.

—qué fue eso, Misaki, qué acabas de hacer—

El pelirrojo frunció el ceño y forcejeó golpeándole con éxito la quijada. Logró soltarse y dando pasos hacia atrás comenzó a perderse entre las personas del lugar. La situación llamó la atención que algunos se aglomeraron alrededor del azul, para felicitarlo. Sus subordinados le ofrecieron bebidas y comenzaron a hablar de cómo el vanguardia de HOMRA había planeado todo. Saruhiko se sorprendió ¿Misaki preparó todo?

—Yata nos dijo qué hacer. La comida que te gusta y la música que escuchas...— Saruhiko frunció el ceño. No le gustó que otros supieran sus gustos tan íntimos, porque lo eran y el único que tenía derecho a saber era Misaki. Se deshizo de su presencia y se dirigió hacia donde perdió al pelirrojo de vista. Pero no estaba, no estaba por ni una parte. Maldijo una y otra vez ¿acaso planeaba escapar?

Dejó entonces el bar, no necesitaba estar ahí, demasiados recuerdos para soportarlo y encima el beso que se dio con él —tsk...estúpido Misaki— gruñó. No debió ir.

— ¿A quién llamas estúpido, mono imbécil? —

Ahí estaba, el pequeño vanguardia quien le miraba con el ceño fruncido. Tenía las mejillas levemente rojas y una actitud de enfado. Saruhiko ladeó una sonrisa esperando que el enano se le acercara, aunque no parecía muy consciente de lo que pasaba. ¿Había bebido otra vez?

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—Ug...— Guardo silencio unos segundos, mismos que fueron eternos para el azul. Se estaba cansando de ese juego ¿realmente lo quería?

—escucha Misaki...—

—¡callate!...lo que vayas a decir déjalo...— habló sin mirarle pero curiosamente tenía las mejillas rojas —aquel día en el bar, cuando te dije todo eso f-fue sincero— balbuceó poniéndose nervioso —no se qué mierda pasó después de..de aquel beso ...fuera del bar...yo no recuerdo pero de alguna forma términos aquí —