Los minutos pasaban y la profesora no paraba de hablar sobre el último objetivo de matemáticas, su amor por esta era inmenso pero la mayoría de la clase no compartía la misma pasión y para ella las horas pasaban rápido mientras que para el resto cada segundo era sinónimo de una hora.
Entre la voz de mi docente y el tic tac del reloj desconecté de la clase y empezó mi divague sobre mi soñadora vida una vez culminar la segundaría y ojala, fuera admitida en el instituto de música para emprender ese interesante camino.
Aunque el sueño tuviera un sabor agrio debido a que su aceptación quizás significaría un golpe fulminante a su relación Padre-hija, quien mantenía la firme postura de que debía dejar aquel juego de niños y estudiar finanzas para seguir el legado en Humboldt Emprise.
- Señorita Humboldt.- dijo una voz exigente y fina, al conectar la posible emisora, Salí rápidamente de mis cavilaciones para enfocar 20 pares de ojos mirándome con diversión y uno con reproche.- Veo que está en su mundo y no está atendiendo a mi clase.
- Em... Yo....- dije buscando en la pizarra una posible respuesta, pero como siempre solo encontraba números desconocidos, así que decidí rendirme.- Lo siento.
-Eso pensé.- dijo finalmente para continuar con algo llamado raíces. De repente un papel cayó a mi mesa, con curiosidad y haciendo el menor ruido al desplegar el misterioso papelillo.
"¡Que raro tú en las nubes! D"
Una sonrisa se dibuja en mi rostro, Dan, mi graciosillo mejor amigo, nos conocemos desde jardín de infantes en la cual un día no podía abrir mi lata de jugo y de tanto forcejear exploto de la nada y el jugo cayó sobre el que estaba a mi lado que era el, pero lo más asombroso fue que su única reacción fue soltar una estridente carcajada y ayudar en lo que podía en uno de mis usuales desastres, desde allí fue y a sido inevitable no seguir siendo amigos, entre nosotros no hay más que un tierno amor de hermanos, aunque todas las féminas digan lo contrario y se empeñen en hacerme la vida imposible por ser la supuesta novia secreta.
Para que mentir Dan es atractivo, para la otras chica él es un adonis con su cabello negro azabache seguido de un rostro firme en conjunto con unos ojos tan azules como el cielo con una sonrisa atrayente y un cuerpo de infarto por la práctica de deporte, mas especifico, fútbol americano, él es el mariscal de campo aunque ante mis ojos solo es Dan.
"Por el bien de tu amigo, cállate"
Le lanzo de vuelta sin ser cachada, e inmediatamente envía su respuesta.
"Señorita Patricia ¿Y ese vocabulario?, ¿Es una amenaza en toda regla?·
"Cállate Dan, si, es una amenaza."
"Que malota." Volteo los ojos, no responderé y atenderé mi clase si no quiero un castigo.
El resto de la clase y el día pasó medianamente rápido, hasta que al fin sonó el timbre indicando el fin de clases por hoy.
- ¡Paty! - siento que me llama una voz suave y terciopelada, que reconozco como Violet, al voltearme me encuentro de frente a mi baja mejor amiga con una radiante sonrisa.
Violet tiene apariencia delicada pero con un matiz rudo, aunque con tres hermanos varones en casa es complicado ser una princesita, había que permitirle que su cabello rubio, rostro pecoso, ojos almendrados y cuerpo menudo eran un imán de chicos a los que ella despedía con cortesía y amabilidad.
Ella al igual que yo tenía un amor intenso por la música más que todo en violín y guitarra, también había aplicado en Lucius College Of Music en la Licenciatura de Musical Profesional, a la cual esperábamos con ansias su respuesta.
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Armonía Perfecta
Fiksi RemajaEl sueño de ser una estrella en la música no tenía más sentido que para Patricia Humbolt, la música es su vida, su forma de describir sus sentimientos por medio de notas y un sinfín de partituras. Entrar a una academia era su mayor objetivo para ap...