Molestia (Malec)

Molestia

-Vamos Alec, no seas cobarde –dijo Isabelle rodando los ojos mientras que miraba a su hermano con reproche.

-No soy cobarde... es solo que... bueno, quizás si soy cobarde, pero si lo hubieses visto –un escalofrío recorrió la columna vertebral de Alec.

¿Qué pasaba?

Bueno, pues Magnus se encontraba decorando el loft, Alec por otro lado se hallaba haciendo unas revisiones sobre la actividad demoniaca semanal, el moreno le había pedido su opinión a su novio pero éste estaba tan concentrado en su trabajo que había ignorado épicamente a Magnus por lo cual el brujo lo miró mal.

-Alexander estoy completamente seguro que lo que estés haciendo puede esperar –había gruñido Magnus molesto

-Magnus, te amo, en serio lo hago, pero esto es importante

-Redecorar nuestro hogar también es importante Garbancito –se quejó el brujo molesto.

-No, no lo es, es solo un apartamento ¡Es nuestro hogar!

-En teoría, es solo tuyo –y ese fue el fin, como si hubiese sido lo más ofensivo del mundo un florero volando mágicamente a la cabeza de Alec para regarle toda el agua encima, mojando algunos papeles

-¿Qué demonios Magnus?

-Lárgate Alexander –dijo el brujo completamente molesto y Alec lo miró confundido.

- ¿Pero por qué? ¿Yo qué hice?

- ¿En serio me lo preguntas? Vives conmigo hace un año entero, sólo quería saber lo que pensabas sobre la nueva decoración ya que yo considero que es nuestro hogar.

-Bueno sí, pero estoy ocupado.

-Lárgate

-Pero Magnus es...

-¡Que te vayas!

-Vamos amor.

-Que. Te. Vayas –repitió el brujo pero esta vez chasqueó sus dedos, chispas azules salieron de ellos y Alec se puso recto inmediatamente.

-Vamos Magnus, no te enojes

Pero ya era tarde, el brujo estaba completamente furioso y sacó su novio del loft envuelto en chispas azules cerrándole la puerta en la cara.

-¡Magnus! –gritó Alec golpeando la puerta y allí estuvo al menos media hora hasta el moreno abrió la puerta mirando molestó a su novio.

-Ya te dije que te fueras Alexander.

-Pero Magnus...

-Mira Alexander, si tú sigues molestando mientras que yo decoro MI hogar entonces te dejaré desnudo en la punta de la Torre Eiffel y allí te quedarás hasta que puedas bajarte tu solito y cuando lo hagas, todo París te verá desnudo, eso si tienes suerte y no te graban para subirlo a YouTube ¿Algo más que añadir?

-Solo una cosa.

-¿Qué?

-¿Qué es YouTube?

-¡Eres un idiota! –Estalló Magnus molesto.

-Pero...

-Cállate –dijo una vez más el moreno antes de cerrar la puerta.

-¡Magnus!

Alec siguió tocando la puerta antes de que se escuchara un pequeño puf y el pantalón de Alec desapareciera.

El ojiazul se sonrojó completamente.