Victoria Rosas era una mujer de 36 años que vivía con su hijo Aaron de 18 años, esta mujer era muy querida por el pueblo, era la persona más dulce, amable, caritativa y bondadosa; un ángel que vino desde el cielo, siempre alegraba las fiestas de los niños en sus cumpleaños, se colocaba un traje de gato gris, llevaba varios globos, salía a jugar y hablar con ellos. Un día el joven Marcos cumplió 7 y ella fue invitada para ser la animadora del cumpleaños
- Hola niños- dijo con una meliflua voz la mujer dizfrada
- ¡Hola Vainilla! - gritaron al unísono
- hoy llegue para desearle un feliz cumpleaños a un pequeño señor de aquí - todos los ojos se dirigieron a Marcos - woaw este señor es demasiado alto - el pequeño le llega a las caderas- y dime gigante Marcos ¿ que pastel hara tu mami?
- un pastel de vainilla- la mujer actuando se agarró del pecho
- ¿un pastel... hecho de mí~? - los niños se reían de la ingenuidad fingida - creo que me desmayo -
- no Vainilla, no hablo de ti sino de la planta -
- Ah~ que alivio hubieran explicado eso antes, casi salgo corriendo - señalando la puerta
- Vainilla ¿porque te llamas así si no tienes el color de la vainilla?-
-no se tu dime ¿porque te llamas Marcos y no tienes cara de marco de puerta, de ventana o de cuadro?- varias risas se oyeron. Esas risas era casi la vida de Victoria.
¿Aaron que hacía? Aaron era diferente a su madre, él era alguien peligroso, practicaba rituales satánicos, se embriagaba, golpeaba a su madre, se drogaba, mato a varias mascotas del vecindario y casi mataba a un sujeto, pero claro su madre lo amaba mucho, tanto que nunca dejaría que su pequeño retoño vaya a la cárcel. "Pobre mujer" era siempre lo que decían sus vecinos de ella.
Pero un día Aaron llegó al límite, un día llevó a la pequeña Ana de 6 años, con la promesa de regalarle caramelos y juguetes si iba al cementerio con él, pero realmente era para terminar violándola y degollarla al frente de los que lo apoyaban, la gente enfurecida lo tomó lo ataron a un árbol y lo quemaron, como el cobarde que era llamo a su madre
- ¡Aaron! ¡Aaron! ¡mi bebé! ¡mi niño! - la intentaron agarrar pero cayó al fuego ella intentó desatar a su hijo quemandose las manos y el rostro en el intento, pero los hombres la tomaron y la hospitalizaron.
Paso unos aproximadamente 5 meses y Victoria se recuperó completamente
- Buenos días señora Rosas- dijo la enfermera que cuidaba de ella, no hubo respuesta lo único que pasaba por la mente era la imagen de su hijo querido siendo quemado y gritando por auxilio a ella- sabe que señora Rosas, hoy le quitaran las vendas, ¿no esta feliz?- ella solo movió su cabeza a un costado ignorando. La enfermera sentía lastima hacia la señora Victoria ella había animado la fiesta de su hijos hace unos días con toda la alegría del mundo y ahora estaba totalmente destruida. A la tarde le quitaron las vendas a Victoria, la mitad de su cara fue carcomida por el fuego, tenías cicatrices y varias partes rosadas - descuide señora Rosas, con algunas cremas y tratamiento se volverá a ver casi como antes-
- No -
-¿que? ¿como?-
- quiero que lo dejen asi- la señora sólo miraba aquel rostro deformado con una cara de seriedad y tristeza - me merezco esto, no cuide lo suficiente a mi hijo y ahora el esta muerto, yo merezco estar así para siempre -
La enfermera se acercó y de cuclillas apunto de llorar le dijo:- no señora Rosas, usted es buena persona su hijo no era bueno, usted no se merece esto-
- Enfermera Raquel pare -
-¡NO!- dijo furiosa gritando a el doctor - ella es una persona única que siempre se alegró de ver a todos sonreír, todos somos malos a comparación suya - dijo la mujer con lágrimas en los ojos
- ¡enfermera Raquel!- dijo ya enojado
- Tiene razón - dijo con mirada agachada mirando sus manos - siempre me alegré de ver a otros sonreír, y además no creo que afecte en nada en mi hobbie de animar cumpleaños uso una cabeza de gato enorme así que lo seguiré haciendo -
Pasaron los días y Victoria se reincorporaba en la sociedad, todos se alegraron mucho por ello, sus hijos reían y jugaban cuando se disfrazaba de Vainilla, pero esto no es sobre una historia sobre la reincorporación a la sociedad ¿no? Pues un día la señora Victoria no apareció, ni al siguiente, ni el proximo , pasaron días hasta que unas vecinas algo chismosas le llamaron a la puerta, torcieron la manija para darse cuenta que estaba abierta
- ¿Victoria... ?- dijo la señora Valenzuela - ¿estas aquí?
- Mónica aquí dejo una carta - dijo la señora Amalia, y las dos leyeron la carta
"Querido pueblo
Hoy me despido de aquí, me he dado cuenta que todos los niños del mundo necesitan cariño y comprensión, soy la única que los cuidara y amara, esto no es una carta de despedida para siempre sino más temporalmente, espero que le puedan decir a todos sus hijos que volveré algún día a animarlos y jugar con ellos
Con mucho cariño
Vainilla "
El pueblo entero se enteró y se deprimio nadie era igual a la señorita Victoria, nadie sería tan cariñosa como ella, todo era muy aburrido los buenos vecinos que la querian cuidaron su casa y arreglaron su jardín que ella cuidaba con esmero. Un día Anastasia Campillo una chica de 13 años, caprichosa malportada y mala, desapareció sin dejar rastro, todos la buscaban sin embargo no la encontraron otra tragedia había sucedido. Un mes de su desaparición una vecina que limpiaba la casa de la señora Victoria encontró a Anastasia, su cuerpo estaba frío clara señal de que yacía muerta pero con una sonrisa casi cálida y en sus manos una carta que decia
"fue una niña buena".
Con amor
Vainilla
La casa de la señora Victoria esta deshabitada aún, pero los niños siguen desapareciendo...
Características
Nombre: Victoria Antonella Rosas
Apodo: Vainilla
Edad: 37 años
Altura: 1, 76
Apariencia: lleva el traje de gato gris que usaba en las fiestas de niños debajo tiene el rostro y las manos quemadas
Nacionalidad: ???
Familia:
Aaron: hijo (asesinado)
Forma de matar: los envenena, aunque aveces se los queda y los cuida
Personalidad: alegre, gentil y cariñosa
Mata a: niños
Debilidades: es una humana así que puedes asesinarla
