El Gran Día

9 0 0
                                    

Es gracioso, y realmente no pensé que lo fuera, claro que ese día, cuando todo comenzó, no era de reirse.

8 de Febrero, otro día para la dulce llegada de mi hijo; luego de, aproximadamente dos meses sin ir a casa de mis suegros y pasar la noche allá, habíamos decidido que ese día iría, igual mi fecha de parto era para el veinte como fecha tope.
La idea era bajar como máximo al mediodía, sin embargo yo dudaba en bajar y mi mamá se estaba sintiendo mal y no quería dejarla sola, pero ya tenía como tres días sin ver a mi pareja porque había estado ajetreado con algunas cosas, y a la final bajé, aunque algo tarde.
Era hora pico en el ferrocarril, no pensé que me encontraría con tanta gente bajando, pero así fue, termine llegando casi al anochecer a casa de mis suegros. Estaba muy feliz, porque es que cada momento que paso al lado de él es sin igual, me invade la alegría, no puedo dejar de sonreír, me pongo como una niña pequeña con juguete nuevo, es realmente maravilloso sentirse amada.
Esa noche hice desastre con la comida, aunque en pequeñas raciones, comí caraotas, ensalada rayada, arroz, arepa, avena, galletas, arroz con coco y leche con chocolate, fue tanto que le dio malestar estomacal a mi pareja, y eso que no comió todo lo que yo. Nos acostamos muy tarde en la madrugada, y tuve que dormir en la mecedora porque me costaba mucho levantarme de la cama por el dolor en la espalda y en la pelvis.

9 de Febrero, a pesar de lo tarde que nos acostamos un fuerte dolor me despertó al alba. Pensé que era malestar estomacal, como había hecho desastre con la comida y a mi pareja le había caído mal, en ese momento era lo más lógico para mi, y una vez fui al baño sentí alivio, más razones para pensar que podía ser el colon por los gases acumulados. Regrese a descansar ya que me sentía exhausta, pero pasaron como veinte minutos y de nuevo el dolor, empecé a buscar poses que me ayudaran a aliviar el dolor, y no es que en una silla tuviera muchas opciones. Pasada una hora despierto a mi pareja y le pido su teléfono y empiezo a buscar en Internet como se sienten las contracciones; le digo que quiero regresar al apartamento, allí empezó la crisis, quería estar con mi mamá, me ponía a llorar, me quedaba en shock, y todo esto mientras tenía las contracciones.
  Ya casi llegaba la media mañana cuando logro ir al baño otra vez, mi gran sorpresa es ver que había botado el tapón mucoso, y en efecto estaba en trabajo de parto. Mis niveles de estrés se dispararon mucho más, solo quería regresar al apartamento y estar con mi mamá.
  Mi pareja llamó a su mamá, para avisarle que ya había llegado el gran día. Él estaba tranquilo y muy feliz para como me imaginé que se pondría, imaginarlo ahorita es gracioso por el nivel al que llegué a estresarme. Bueno entre tantas cosas llamé a mi mamá para avisarle, y cuando me preguntó cada cuanto tenía las contracciones la sentía cada dos minutos, resultó que estaba teniendo contracciones falsas también, mi cuerpo estaba en una tormenta de sensaciones y emociones incontrolable.
  Mi suegra trató de calmarme, me dijo que me diera un baño, que arreglara todo. En eso mi mamá vuelve a llamar y, gracias a una amiga de mi suegra, supe cuales eran las verdaderas contracciones y ya las tenia cada nueve minutos. Me dijo que nos veíamos en la clínica.
  Mi pareja calentó un poco de agua para que me diese un baño, y realmente fue de lo más relajante, luego de ese baño sentí como si me desconectaran de mis emociones y lo único que sentía eran las contracciones, tanto así, que hasta me dio chance de maquillarme y publicar en Facebook que estaba en trabajo de parto.
  Por fin salimos para la clínica, pero había que parar a cargar gasolina, sin embargo yo estaba muy relajada. Una vez volvimos a la vía mi mamá nos llama para avisar que estaba un poco congestionada, sin embargo tomamos un atajo y fueron como treinta minutos menos de viaje, aun así nos topamos con una alcabala de la guardia, que nos tomó con ocho minutos pasar.
  Llegamos a la clínica, yo llevando con tranquilidad mis contracciones, paso a que el doctor me hago tacto, a lo que me dice vas bien, yo pensé que me faltaba bastante. Me pasaron a la habitación me cambié, llené algunos formularios, pero tuve que dárselos a mi mamá para que terminara porque ya me llevaban a sala de parto. Una vez allí, me van haciendo preguntas, que si era primeriza, que como me sentía, etc., a todas estas escucho a la enfermeras hablando con la anestesiologa y es cuando me entero que estoy en siete de dilatación, sin embargo no me altere ni nada. Me pusieron la peridural, algo que debo acotar es que duele cuando entra la aguja, eso si que duele, y me acostaron para que naciera el bebé.
  Tardé más "recuperandome" que en sala de parto, pero puedo decir que fue la experiencia más espectacular quite he podido tener. Sentir como traes al mundo una criaturita, como das vida no tiene precio, oírlo llorar por vez primera y luego verlo son emociones que no se pueden plasmar en papel, no hay palabras que lo describan.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Apr 06, 2017 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Mi Experiencias como MadreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora