ZONA DE PELIGRO

TERCERA PARTE: Directo Al Castillo

El helicoptero no para de tener turbulencias.
Es demasiado temprano. Recien veo el sol salir.
No paro de controlar que la M16 tenga balas por los nervios.
El helicoptero desciende y nos deja frente a una entrada subterranea. Cuento al numero de soldados. En total, somos cuarenta.

-Espero que termine esto con los cuarenta en pie. -Les digo- Vamos.

Nos metemos al tunel. Es algo apretado, para los 40 que somos, de unos tres metros por tres. Zed lleva el mapa, y va en la delantera. Yo voy cubriendolo, pues debe ver el mapa.
Puse a diez personas protegiendo al que va a hackear la computadora, no podemos perderlo.
Llegamos a lo que parece ser donde llegan todas las cañerías del edificio. Eso significa que estamos cerca.
Subimos unas escaleras que llegan a la continuación del tunel. Me quedo junto a Zed abajo para subir ultimos.
Ya la mitad subió, cuando veo algo caer del techo.
Una cosa con forma humana, pero con garras de diez centimetros, piel gris y sin ojos, corre hacia mi.
No lo pienso, y le doy un tiro en medio de la frente. Vemos caer a mas Mutados del techo, y empezamos a subir rapidamente por la escalera. Estoy a punto de subir, cuando uno de ellos me salta encima e intenta arrancarme la cara de una mordida. Le doy casi diez tiros en el vientre, y apenas se mueve un poco. Logro sacarmelo de encima, y una chica me cubre para que pueda subir.
Observo unas grietas en el techo, que me dan una idea.
Disparo hacia las grietas, provocando que el techo empieze a colapsar, cayendo sobre los mutados.
Seguimos el camino hasta llegar al sotano.

Aqui es cuando Zed instala los explosivos: tenemos 30 minutos para hacer todo antes de que esto vuele en pedazos. Vamos a la puerta que nos lleva al primer piso, y la abrimos de un portazo.
Apenas entramos vemos gente en computadoras. Zed toma a uno como rehen, y disparamos al resto.
Llegan los guardias, a los cuales derribamos sin problemas.
Subimos un piso, que nos deja en jn pasillo con entrada a una sala llena de cubículos. La sala esta vacia, lo que significa que los guardias deben estar viniendo. Nos cubrimos con los cubiculos, y los escuchamos llegar.
Estan buscandonos. Abro fuego.

Derribo a dos, pero ya derribaron a tres nuestros. Son aproximadamente veinte guardias. Miro a Zed, quien aun tiene al rehen, y dos personas protegiendo al hacker.
Los hago seguirme, rodeando el conjunto de cubiculos. En el camino derribo a cinco guardias mas.
Llegamos a la puerta, y junto a todo el grupo nuevamente.

Somos treinta.

Subimos al tercer piso, el cual esta vacio. Al parecer evacuaron totalmente el edificio.
Caminamos tranquilamente, cuando un chico pisa sobre un ceramico, y hace un pequeño pitido.

El techo de unos cuatro metros, y las paredes, comienzan a comprimirse. El portón enorme que daba paso al último piso se cierra con una clave.
Corremos hasta la puerta, y ponemos al rehen a escribir el codigo.

-¡Pon el puto codigo! -Le grita Zed-

-No. -Responde el tipo-

-Okey amigo -Le digo- Voy a hacer esto.

Saco un revólver del lado derecho de mi cadera, y de cinco balas, dejo una.
Apunto a su pene, y lo obligo a responder. Se niega, y jalo el gatillo. Se asusta pero no dice nada. Jalo por segunda vez el gatillo. Dice el codigo, y rapidamente lo ponemos. De igual forma, jalo el gatillo apuntando a su pie, dejando un balazo en este.

Llegamos al ultimo piso. Esta vacia. Veo un panel de control a un costado, y pongo al rehen a usarlo para lo que sea.
Se levanta un escritorio con una computadora justo en medio de la sala. El hacker realiza su trabajo. Tarda quince minutos en mandar el video a las Auras.

Todos festejamos, el trabajo esta hecho. Salimos de las instalaciones, y nos reciben tres camiones llenos de soldados de Aries.
Empieza un tiroteo, no tenemos donde cubrirnos. Veo un helicoptero acercarse.
Este dispara un misil. Solo logro correr dos metros, cuando la explosión me arroja por el aire y hace que mi cabeza choque contra un muro.
Tengo la vista borrosa. Veo otro helicoptero derribando al de Aries. Solo alcanzo a ver un cuerpo levantandome, pues quedo inconsciente.